Abengoa se ahorra 160 millones con el despido de 8.000 empleados

En España la plantilla se ha visto mermada un 30%. En el exterior se despedirán 6.000 trabajadores, en su mayoría operarios de proyectos paralizados o ya vendidos

Campus Tecnológico Palmas Altas de Abengoa, en Sevilla

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La nueva etapa de Abengoa, tras dejar el control la familia Benjumea a manos de acreedores y bonistas, se ha saldado ya –sin todavía hacerse efectivo el plan de rescate– con la baja de 8.000 empleados.

Un primer ajuste que ha reducido la plantilla de la multinacional sevillana de los 22.0502 efectivos existentes a junio de 2015 –antes de que la empresa entrara en preconcurso el pasado mes de noviembre– a los 14.717 con los que contaba el grupo hasta el pasado 30 de junio.

Goteo de bajas

Un goteo constante de bajas que, a nivel contable, se ha traducido en un ahorro de costes corrientes por este concepto de 160 millones de euros.

Este ajuste no será el único. En los próximos meses, a medida que se vayan vendiendo los activos no estratégicos contemplados en el plan de viabilidad –que supervisará el todavía presidente de Arcelor España, Gonzalo Urquijo–, el número de bajas aumentará.

Desde los directivos a los becarios

La reducción de personal ha afectado a todo el organigrama, desde los directivos a los becarios, y dentro y fuera de España. Aquí, sobre todo en Andalucía, la plantilla se ha visto mermada un 30%, mientras que en el exterior alcanza el 36%, con una reducción de 6.000 trabajadores.

A los 1.830 empleados dados de baja en España hasta junio, se han unido, durante el tercer trimestre de 2016, los 500 especialistas en despliegue de redes de fibras y servicios de Abentel, en virtud de la venta de esta filial a la sueca Ericsson.

6.000 operarios menos

El grueso de los despidos se ha producido entre los operarios, ingenieros u otros titulados, como consecuencia de la mano de obra intensiva que, a todos los niveles, se requiere en los grandes proyectos de infraestructuras que, en los últimos doce meses, han quedado paralizados o, directamente, han sido traspasados.

Los operarios eran más de 16.000 en junio de 2015 y ahora suman menos de 10.000, lo que supone un descenso del 38% menos, mientras que los casi 4.800 ingenieros de hace un año se han visto mermados a 3.300. También la presencia de los becarios empieza a ser residual, con un recorte del 73%.

En la escala alta de la plantilla, la incidencia del ajuste no resulta tan abrupta, con reducciones inferiores al 15%, con 77 directivos menos y una disminución en 442 efectivos entre los mandos intermedios.

Más bajas con las desinversiones

A partir de aquí, y una vez que la empresa obtenga las adhesiones del 75% de los acreedores al plan de rescate, antes del próximo 28 de octubre, y de que el juez las homologue, la ristra de despidos provendrá, inicialmente, del cierre de las operaciones sobre activos no corrientes mantenidos para la venta en Brasil, Argelia, México, Sudáfrica o Estados Unidos.

Plantas de cogeneración, de ciclo combinado, solares o de bioetanol, además de varios hospitales que, en base al plan de viabilidad, deben ser vendidos como parte del acuerdo para que acreedores y bonistas recuperen, de manera parcial, la inversión realizada, tanto el capital aportado desde hace años como el ‘nuevo dinero’ que se ha metido en la empresa en el último año para atender perentorios gastos corrientes, como el pago de las nóminas a los empleados o los ineludibles a proveedores para mantener activos algunos proyectos.

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