Blanco limita salarios mientras su dueño saudí se desentiende

Los trabajadores exigen que el grupo saudí pague la liquidación

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Una semana después del anuncio de cierre de Blanco los trabajadores de la cadena de moda se encuentran en un callejón sin salida. El juez de Seseña (Toledo) encargado de dirigir el proceso de liquidación todavía no autoriza el expediente de regulación de empleo por el que perderán su empleo los 835 empleados.

Mientras dura el «stand by» las tiendas de Blanco bajarán la persiana este viernes por una nueva jornada de huelga. Fuentes sindicales advierten del «desgaste» de la plantilla tras meses de conflicto en la firma de moda pero confirman que plantarán batalla para reivindicar «los derechos más básicos», como percibir íntegramente sus nóminas.

Tope de 1.170 euros

El administrador concursal ha abonado tres semanas de la nómina de noviembre, la que corresponde a los días 1 al 23 de noviembre, fecha de la admisión del concurso de acreedores por parte del juez. Sin embargo, ha establecido un límite de 1.170 euros (el doble del salario mínimo interprofesional) y la parte de sueldo que excede de esta cantidad pasa a tener la misma prioridad que cualquier otra deuda de Blanco con proveedores y propietarios de locales.

Blanco adeuda la última semana de noviembre, aunque todo apunta a que la abonará la próxima semana. En cambio, la paga extra de diciembre no está garantizada al formar parte del crédito contra la masa concursal, es decir, de las deudas contraídas por la empresa con posterioridad a la declaración del concurso.

¿Global Leiva, sociedad instrumental?

En paralelo a las reclamaciones salariales, la otra lucha de la plantilla es de carácter penal. Fuentes internas acusan al grupo saudí Alhokair de desentenderse de la liquidación de Blanco y han puesto en conocimiento judicial la sospecha de que Global Leiva, la empresa que gestiona la cadena, es una sociedad instrumental creada para desvincular a Alhokair de las deudas de la compañía fundada por Bernardo Blanco Solana.

«Nuestra pelea es que Alhokair es un grupo de empresas solvente y debe asumir los costes de la decisión de llevar Blanco a la liquidación», señala uno de los trabajadores implicados en la acción penal contra la empresa saudí. El objetivo último de la querella es que sea Alhokair y no el Fogasa quien se haga cargo de indemnizar a los trabajadores de la malograda cadena de moda.

Alhokair, gestor de 2.100 franquicias

Alhokair, fundado en 1990 por los hermanos Fawaz, Salman y Abdul Majeed Alhokair, basa su negocio en gestionar franquicias de moda de multinacionales en Oriente Medio y Asia: desde GAP o Marks & Spencer hasta las españolas Inditex, Mango y Desigual. Posee cerca de 2.100 tiendas y cerró 2015 con pérdidas de 55,6 millones de euros.

Tras comprar Blanco en 2014 por 40 millones de euros, en junio de este año traspasó la histórica firma de moda al fondo AC Modus, del que el presidente de Alhokair, Fawaz Abdulaziz Alhokair, es el principal accionista. La operación tuvo un importe de 83,5 millones de euros y está en el punto de mira de los trabajadores, que ven en ella una maniobra para evitar responder ante la quiebra de la cadena.
Economía Digital

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp