El juez trocea el grupo Semon para su liquidación

Los tres locales de la que fue una de las empresas más 'chic' de Barcelona se venderán por separado para cerrar el concurso de acreedores

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El juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona, encabezado por Francisco Javier Fernández Álvarez, ha dado finalmente el visto bueno al plan de liquidación del Grupo Semon. Los tres locales de la que fue una de las empresas de restauración con más pedigrí de Barcelona se venderán, finalmente, por separado.

Los interesados pujar por los activos tienen 15 días para presentar su oferta en el juzgado. Se subastan al mejor postor el que fue el establecimiento estrella del grupo, la tienda de alimentación gourmet de la calle Ganduxer, en la parte noble de la capital catalana; el restaurante Semon 9, al lado de este establecimiento; y el negocio de catering con cocinas que está en Mercabarna que había tenido encargos de gran prestigio, como el banquete de bodas de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin en 1997.

Más de una oferta

El grupo Mercès ya manifestó el pasado diciembre su intención de quedarse con la compañía aunque, por el momento, no ha formalizado su oferta, indican fuentes jurídicas. No será la única propuesta que llegue a la mesa del administrador concursal, José María Tejedor de Instituto de Estrategia.

Otros interlocutores conocedores del proceso señalan que hay como mínimo otras tres compañías que ultiman sus ofertas para continuar con la gestión de alguno de los activos. La apertura de plicas tendrá lugar a finales de mes.

Quiebra con 3,3 millones de pasivo

Trocear la sociedad ha sido la estrategia elegida para intentar sacar el máximo de partido económico a la liquidación.

Semon quebró el pasado octubre con un pasivo de 3,3 millones de euros. La inmensa mayoría de la deuda está contraída con proveedores. La familia propietaria también tiene un papel destacado en el pool de acreedores.

Expansión agresiva

No está tan claro que acaben recuperando su inversión en la compañía, indican las mismas fuentes. María Vidal fundó Semon a principios de los sesenta y lo gestionó de forma muy personal hasta que pasó el testigo a su hija, Montserrat Tarrida. El grupo realizó en su segunda etapa una agresiva expansión que la llevó hasta Madrid y Marbella. La crisis y la caída del consumo se llevaron por delante el proyecto.

El último intento de remontar el negocio propició un cambio en la dirección: Tarrida fue apartada a favor de su hija, María Sostres (hermana del periodista Salvador Sostres). Reorganizó el negocio con el cierre de varios establecimientos –entre ellos, el famoso L’Indret, un restaurante en el que se solía dejar ver el rey Juan Carlos cuando visitaba Barcelona–, pero no pudo dejar atrás las tensiones de tesorería y reconoció, finalmente, la insolvencia.

La liquidación no afecta al otro gran negocio de la familia: la comercialización del salmón Benfumat.

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