El retraso del cierre de Yamaha en BCN pone en dificultades el grupo en Francia

Los directivos de la factoría de Saint-Quentin comentan que la empresa está en el limbo. El comité de Palau-solità i Plegamans mantiene su pulso con los japoneses y amenaza con acciones legales para evitar su retirada

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El pulso que mantienen los trabajadores de Yamaha Motor España con la dirección japonesa para evitar su marcha de Palau-solità i Plegamans ya tiene repercusión en Francia. Yamaha MBK Group, la compañía ubicada en Saint-Quentin a la que quieren derivar la producción de Barcelona, “está en el limbo”, en palabras de su vicepresidente ejecutivo, François Mazure, a la prensa de la localidad. Por el momento, la producción está parada y su continuidad peligra si no se traspasan pronto los encargos.

Mazure defiende la viabilidad de la factoría que dirige por encima de la catalana “por las menores ventas y las previsiones económicas desfavorables a corto y medio plazo”. Unas declaraciones que el comité de empresa del Vallès Occidental se ha encargado de desmontar.

Su presidente, Óscar Rivera, explica que desde Japón les han pasado un listado con los precios de ventas de los productos de los últimos cinco años. Afirma que las motocicletas que se ensamblan en la fábrica barcelonesa se han vendido a la central holandesa de la multinacional, situada en Amsterdam ,“a un precio menor al coste de fabricación”, mientras que a los productos franceses se les ha inflado el precio. “Esto es completamente ilegal y estamos dispuestos a ir a Hacienda”.

Acciones legales

La representación sindical ya ha amenazado con emprender las acciones legales que sean necesarias para paralizar el traspaso de activos de Yamaha al grupo logístico Sesé. “Si los japoneses no liquidan las indemnizaciones de todos los trabajadores, no se irán”.

Temen que cuando se cumpla el tiempo pactado para mantener la plantilla, los nuevos propietarios presenten un ERE justificado económicamente, cosa que no pasa con el fabricante de motocicletas, y que sean despedidos con indemnizaciones de 20 días por año trabajado. “No queremos que nos pase lo mismo que a los compañeros de Ficosa”, asegura Rivera en alusión al conflicto social de Viladecavalls.

Además de los documentos mencionados, aseguran que el acuerdo firmado entre Yamaha y Sesé choca con los pactos a tres bandas (directivos, trabajadores y Generalitat) rubricados el pasado 7 de septiembre. Incluso amenazan al conseller de Empresa i Ocupació, Francesc Xavier Mena: “Vemos indicios de prevaricación en las primeras declaraciones que hizo sobre el futuro de Yamaha, cuando dijo que nos iríamos a la calle”.

Hablar con los directivos de Sesé

Antes de ir a los tribunales quieren sentarse con los responsables del grupo aragonés Sesé. “Ningún empresario del mundo se quiere involucrar voluntariamente en un conflicto social”. La reunión aún no tiene fecha. Fuentes de la compañía logística comentan que no han cambiado ni una coma sus planes iniciales: a lo largo del primer trimestre de 2012 desembarcarán en Palau-solità i Plegamans.

Por otro lado, el cliente de referencia que tendrán, Seat, no confirma ni desmiente el acuerdo para quedarse los componentes de la automoción que salgan de la factoría vallesana. Desde la empresa española señalan que su papel en el proceso se ha limitado, a instancias de la Generalitat, “a poner en contacto a ambas compañías”.

Su relación con el Grupo Sesé viene de largo, son uno de sus distribuidores de referencia en Catalunya. Pero las mismas fuentes señalan que, para llegar a un acuerdo que incluya la planta de Palau-solità i Plegamans, primero se tiene que cerrar el cambio de propiedad y tener un plan empresarial definido encima de la mesa.

Traslado de Yamaha Motor Márketing

Mientras las relaciones entre trabajadores y directivos del centro de producción continúan tensas, los empleados de la sociedad Yamaha Motor Márketing preparan el traslado inminente desde el Vallès Occidental a unas oficinas que los japoneses han alquilado en El Prat.

La mudanza ya se ha visto envuelta en polémica. La compañía ha admitido que no se tramitó el permiso para hacer el traslado y el comité de empresa ha paralizado el movimiento de documentos. “Se está robando material sensible de Yamaha Motor España por parte de otra empresa”, sobre todo “informes económicos” que tachan de vitales en un entorno de conflicto social. Aseguran que, si es necesario, denunciarán el traslado a los Mossos d’Esquadra.

“Jugamos al todo o nada, por sentido común y por orgullo. Yamaha se irá de España el dia que llegue a un acuerdo con los trabajadores, no por ninguna imposición”, sentencia Rivera.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp