Esther Koplowitz pedirá otros 160 millones a los bancos para no diluirse más en FCC

La empresaria volverá a asumir 1.000 millones de deuda para acudir a la nueva ampliación de capital y mantener su 22,5% en la constructora

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La empresaria Esther Koplowitz vuelve al mismo punto de partida deudora que tenía hace un año. Entonces, andaba ultimando con Bankia y BBVA el acuerdo de refinanciación de sus 1.000 millones de deuda, garantizados con las acciones que ostenta en FCC. Y ahora está en las mismas.

Los 150 millones que, el pasado mes de abril, logró reducir de ese pasivo personal, tras vender al magnate mexicano Carlos Slim los derechos que hubiera tenido que suscribir para acudir a la macroampliación de 1.000 millones llevada a cabo en diciembre de 2014, son prácticamente los mismos que ahora tendrá que aportar para no diluir más su participación en la constructora. Serán casi 160 millones los que la familia Koplowitz se verá obligada a poner para adquirir 26,6 millones de acciones nuevas.

Slim lo cubre todo

Entonces, al vender esos derechos, esa dilución fue del 50,1% al 22,4%, el porcentaje que ahora pretende preservar. Si no lo hace, el azteca ya ha dicho que no tendría problema alguno en hacerlo, caso de que, al término del periodo de suscripción preferente y del periodo de asignación adicional, quedaran acciones sin suscribir.

De esta manera, de cara a conceder estos 160 millones de crédito adicional a los 840 pendientes de amortizar en abril de 2020, los bancos financiadores de Esther Koplowitz y sus hijas –Esther Alcocer, presidenta de FCC, Alicia y Carmen– deberán confiar en que todas las expectativas de negocio futuro de la constructora se cumplan con creces, se reduzca la deuda y lleguen de nuevo los dividendos.

Esos con los que la empresaria atendía sus compromisos financieros, y que al ser eliminados en 2012 derivó en una situación que estuvo a punto de llevarla a la ruina.

Las acciones de Koplowitz en FCC apenas valen 400 millones

Es la única garantía que tienen los bancos de que Koplowitz pueda devolver en abril de 2020 los de nuevo 1.000 millones de deuda. De hecho, no pagar ni intereses ni principal hasta que no volviera a ingresar dividendos, fue una de las condiciones que la empresaria logró arrancar a Bankia y BBVA en el acuerdo de refinanciación firmado el pasado mes de abril.

No obstante, si las entidades financieras solo tuvieran en cuenta el actual valor de esas garantías, seguramente la solicitud adicional de crédito no pasaría ni por asomo control de riesgo alguno.

Las acciones de FCC en manos de Esther Koplowitz y sus hijas tienen un valor bursátil de apenas 350 millones de euros o, algo más, por el último tirón que el anuncio de la ampliación ha dado a sus actuales 58,6 millones de títulos.

No llegarían ni de lejos a cubrir la mitad de la deuda. Prácticamente necesitarían triplicarse, hasta el entorno de los 15 euros, para que esa garantía de la deuda estuviera realmente cubierta.

Sin dividendos, más ventas

¿Y qué pasa si los dividendos no llegan? Si no cambian las condiciones del acuerdo suscrito por Koplowitz con BBVA y Bankia, en virtud de esa extensión del crédito hasta 1.000 millones para ir a la ampliación de FCC, el pacto con los bancos incluye una cláusula por la que la empresaria se vería obligada a vender hasta un 3,3% más de títulos del grupo constructor.

No sería la primera vez. Hace dos años, en pleno proceso de negociación de la deuda, tuvo que vender un 3,8% de FCC por casi 73 millones de euros para atender vencimientos de deuda, cuando los títulos valían los 15 euros, a los que ahora la constructora pretende volver a llegar.

La deuda, casi diez veces el ebitda

Y lo de la vuelta de los dividendos se va hacer esperar. En 2016 tampoco lo harán. Se necesita el cumplimiento de dos hitos. Volver a obtener beneficios y luego reducir la deuda. El primero, con la buena marcha de los negocios y las desinversiones, llegará más pronto que tarde. El segundo tardará algo más.

Se requiere que el ratio entre la deuda financiera sea menor a cuatro veces el ebitda. Al cierre del tercer trimestre, con la deuda financiera en 5.717 millones de euros y el ebitda en 593 millones, ese ratio era de casi diez veces.

Adiós a la incertidumbre del ‘tramo B’

El primer paso para reducir deuda se va a dar con la ampliación de capital que se acaba de anunciar por algo más de 709 millones de euros. La mayoría servirán para liquidar los 500 millones que restan por amortizar del ‘tramo B’ de la deuda, casi el 8% del endeudamiento financiero neto, con lo que agujero de la constructora se reduciría al entorno de los 5.200 millones.

Y, lo más importante, se acaba con esa incertidumbre que existía de que los bancos convirtieran este pasivo en acciones cuando en 2018 venciera este tramo y no pudiera amortizarse.

El resto del capital que se obtenga en la ampliación servirá para apoyar la refinanciación de 817 millones de deuda de la filial Cementos Portland, que vencen en 2016, y también para suscribir los títulos que le correspondan a FCC en la ampliación de Realia, en virtud del 36,8% del capital que ostenta en la inmobiliaria.

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