Ganadores y perdedores en la quiebra de Marsans

Mientras los operadores turísticos se reparten la porción de mercado que han dejado Díaz Ferrán y Pascual, los acreedores prácticamente tiran la toalla ante la recuperación de sus inversiones. La Caixa y Banc Sabadell son dos de los principales acreedores de Marsans

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Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual acumulan vistas judiciales, sus bienes están embargados y se están recabando culpas (y garantías de cobro) entre los miembros del antiguo consejo de administración de Viajes Marsans por avalar las cuentas de la sociedad que ha vivido uno de las quiebras más sonadas en España en los últimos tiempos. Mientras, sus antiguos competidores se han empezado a repartir la porción de mercado turístico que ha dejado libre. Sobre todo en los últimos meses, cuando preparan la primera temporada estival sin la presencia del operador que llegó a liderar el sector.

En junio de 2010, Marsans entró en concurso de acreedores y se calcula que su agujero patrimonial llega a los 425 millones de euros. “Todos los proveedores sabían meses antes que entrara en concurso que lo estaban pasando muy mal, era un secreto a voces que Marsans hacía aguas”, explican a Economía Digital desde el departamento de comunicación de Viajes El Corte Inglés. Justo después de la quiebra, este grupo salió reforzado en la división de negocios. Reconocen que casi un 20% de los viajes empresariales que realizaban Díaz Ferran y Pascual fueron a parar a sus manos. También se beneficiaron, por este orden, Carlson Wagonlit Travel y American Express Barceló.

Este segmento fue el primero que se repartió. El dibujo general del mapa es más complicado de realizar, ya que la división entre competidores aún no ha terminado. Eso sí, Orizonia ha relevado a Marsans en las primeras posiciones del mercado. Antes de su caída, el gigante capitaneado desde hace 10 meses por José Duato estudió comprar la empresa de Díaz Ferrán y Pascual. El director general de marketing de Orizonia, Víctor Bañares, recuerda que la crisis no fue lo único que tocó de muerte a su competidor: “Se vio agravada por una gestión de sus máximos responsables altamente discutible, la contundencia de ambos factores la condenó al hundimiento”.

En el último ejercicio, ellos han recortado sus gastos un 10% para “ganar eficiencia y mejorar la productividad”. Centrados en sumar más sinergias, en especial en el mercado internacional, Bañares reconoce que gracias a la caída de Marsans “Viajes Iberia ha conseguido cerrar acuerdos con 165 agencias en España y 19 en Portugal de sus antiguas asociadas, por un lado, e incorporar una parte sustancial de su negocio corporativo”. Una estrategia de crecimiento y consolidación previa a su salida en bolsa. “Es una de las vías planteadas para la salida de nuestro accionista de referencia [el fondo de capital riesgo Carlyle], pero nada apunta a su inminencia”, puntualiza el responsable de comunicación.

Trabajar sin márgenes

Quien también ha ganado acuerdos en los últimos nueve meses es el grupo Globalia. Concretamente “unas 20 antiguas agencias de Marsans han decidido unirse a nosotros bajo la fórmula de la franquicia”, comentan desde la multinacional. Coinciden con Orizonia en valorar porqué cayó Marsans, destacando que “nuestra estructura vertical es la que nos permite ofrecer productos a la carta y precios muy competitivos”.

Esta es otra de las consideraciones que los expertos del sector ponen encima de la mesa analizando la caída del grupo. “Eran muy agresivos, competir con sus precios era prácticamente imposible porque trabajaban sin márgenes. Minaban el mercado”, reprochan desde Viajes El Corte Inglés.

Además, en el informe de los administraciones concursales se ha puesto en relieve que los traspasos de fondos hacía otras empresas de los dos socios en horas bajas (Air Comet o Teinver, entre otras) condujeron a Viajes Marsans a la insolvencia.

Acreedores

La juez de la sala número 12 de lo Mercantil en Madrid, Ana María Gallego, estudia si amplía a todos los miembros del consejo de administración de Viajes Marsans el embargo cautelar de bienes para hacer frente a sus deudas. En los primeros puestos de la lista de acreedores del grupo se encuentran Banc Sabadell y La Caixa, dos entidades que financiaron 36,8 y 32 millones de euros, respectivamente, al grupo turístico. Tal como ha podido saber esta publicación, prácticamente han tirado la toalla respecto a la recuperación de estos créditos.

El colapso financiero no ha afectado solamente a operaciones antiguas, las dos entidades participaron con cantidades destacadas en la operación sindicada que se realizó en abril cuando las aerolíneas les retiraron la licencia para vender billetes por no cumplir los criterios de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). Un préstamo cuyas garantías son participaciones en otras empresas de Díaz Ferrán y Pascual y con patrimonio personal de los dos empresarios y sus esposas. Activos sin ningún valor en el estado actual del concurso.

¿Qué les empujó a realizar este tipo de operaciones? Fuentes cercanas al banco catalán reconocen que fue principalmente el papel de Díaz Ferrán enfrente de la CEOE el que les llevó a rubricar un conjunto de operaciones con un riesgo más que evidente. Asimismo, Viajes Marsans se encargaba de realizar buena parte de los viajes empresariales de esta entidad y hacían volar a los senadores y diputados españoles. Unos elementos que pesaron en la valoración de riesgo.

Desde La Caixa aseguran que los 32 millones de euros de deuda “están asegurados por los socios”. Igual que Banc Sabadell, están esperando la resolución del concurso con los ojos puestos en Aerolíneas Argentinas. Desde 2008 están gestionadas por el Gobierno de ese país, que obligó al grupo Marsans a retirarse por una deuda que afirman que llega a los 890 millones de dólares. Los créditos que las dos entidades tienen vinculados a esta operación son los que ven más problables de recuperar.

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