Gas Natural pasa de la crisis del precio del crudo

"Este año Gas Natural crecerá en generación eléctrica en el mercado internacional" dice su presidente Salvador Gabarró

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Una compañía energética que no depende del refinado y que tiene su eje de operaciones en la distribución de gas natural y en su uso como energía primaria, puede atravesar el derrumbe petrolero y salir indemne. Éste es el caso de Gas Natural Fenosa. En plena era del fin del crudo, Gas Natural quiere superar los 5.000 millones de euros de Ebitda y los 1.500 millones de beneficio neto. Ahora vive el afán de repetir e incrementar.

Su presidente, Salvador Gabarró, tras resumir con éxito su último Plan Estratégico (2013-2015) pone el empeño en el nuevo gran salto de 2016: «la generación eléctrica internacional con la incorporación de nuevos proyectos». La compañía avanzará también en el «negocio de distribución y en el crecimiento en mercados de GNL», la compraventa de fletes marítimos de gas licuado.

Los vaivenes de los carburantes no se notan en los últimos pisos –zona noble-de la Torre del Gas, el edificio diseñado por los arquitectos Miralles y Tagliabue, que contempla el frente litoral de Barcelona, pegado a la antigua torre arqueológica que mandó levantar Charles Lebon, el fundador de la compañía en el 1840.

Perspectivas positivas para el grupo

La bonanza macroeconómica encaja con los proyectos del grupo para este año: «desde el punto de vista del sector energético un hipotético cuadro macroeconómico favorable se refleja positivamente en incrementos de demanda, especialmente en el consumo industrial. En este sentido, en 2015 se incrementó la demanda de electricidad un 1,9% y la de gas el 1,7%».

«Es razonable decir que si el entorno económico continuara siendo bueno podríamos esperar un similar o mejor comportamiento de la demanda energética en 2016, lo cual puede significar una buena noticia tanto para nuestro sector como para nuestra compañía», indica el presidente de la compañía.

Presencia en todo el mundo

La empresa tiene presencia en 30 países de los cinco continentes. El 2016 reforzará su permanencia en 190 países europeos y consolidará su penetración en los ochos mercados latinoamericanos en los que mantiene contratos de suministro. El grupo decantará a favor del mercado mundial el equilibrio actual entre 50% del Ebitda obtenido en España y la otra mitad en el exterior.

Salvador Gabarró lo describe así a Economía Digital: «la diversificación geográfica nos permite mantener un razonable equilibrio en los resultados, al diversificar también el riesgo de situaciones sobrevenidas que puedan afectar a los negocios. Los países en los que está presente Gas Natural Fenosa cuentan todavía con un alto potencial de desarrollo, que es lo que los hace más atractivos desde el punto de vista de nuestra actividad para poder crecer».

Obviamente en un momento de incertidumbre de precios y con la tarifa del gas natural vinculada a la del petróleo, «nuestro alto grado de internacionalización significa en momentos como este una ventaja».

Fusión entre conceptos de energía

Gas Natural Fenosa es una energética integrada que sintetiza el sueño de su mitad catalana –encarnado en hombres como Pere Duran Farell, Antoni Brufau, Gabarró o el actual CEO, Rafael Vilaseca– y la aventura en generación de su otra mitad gallega, la de Victoriano Reinoso y Honorato López Isla. Es la fusión perfecta entre el gas natural y la electricidad; competidora directa de la eficacia alemana instalada en Ruhr Gas o del monopolio francés de Gas de France. Emblematiza el encuentro de la luz y su energía primará en los generadores de ciclo combinado que pueblan hoy el litoral español.

El Puerto de Barcelona y su torre del gas, nacionalizada por el Estado en 1971 pero recuperada por la compañía al inicio de los 90, son las raíces de los modernos gasoductos y de los contratos con Argelia y Libia, principales fuentes de suministro. Gas Natural Fenosa es una tecnoestructura moldeada por la inestabilidad geopolítica del Mediterráneo. Su historia es una reinvención permanente, fuera de la zona de confort.

Acuerdos y negocios a largo plazo

Hoy combina la caída de los precios de su commodity con los menores costes de producción: «el modelo de negocio de Gas Natural Fenosa basado en contratos de suministro a largo plazo permite mitigar estas fluctuaciones de precio. También nuestros contratos de venta de GNL son a medio y largo plazo y no realizamos ventas oportunistas focalizadas en el mercado spot sino que realizamos mediante acuerdos con duración en el tiempo que no se ven afectados por estas variaciones de precio».

El juego entre el mercado spot y los suministros take or pay de Argelia y de las zonas extractivas de Latinoamérica son el secreto mejor guardado del gas natural.

Preocupación por Latinoamérica

A Gabarró no le preocupa la caída de China: «nuestra presencia internacional no incluye a China y tampoco estamos operando es ese mercado a nivel de suministros ni como compradores ni como vendedores». Pero sí le quita el sueño la aventura americana: «las economías emergentes con las que estamos trabajando más intensamente se encuentran en el área de Latinoamérica, en países que siguen creciendo y que precisan de inversiones importantes para el desarrollo de redes de distribución. Son países con alto potencial de crecimiento en los que Gas Natural Fenosa quiere contribuir firmemente», dice.

En el mercado español, la estabilidad tarifaria ha sido siempre la puerta más difícil de traspasar. Como se suele decir, los precios políticos matan la competitividad; o tal vez no: «lo cierto es que desde el punto de vista del sector energético hoy no podemos hablar de inseguridad regulatoria. Precisamente venimos de un período largo de reformas que ya han concluido».  

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