Groupalia termina en los juzgados

Los extrabajadores y el director de la compañía acudirán a los tribunales el próximo miércoles para esclarecer la legalidad del despido colectivo

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El conflicto laboral de Groupalia se enquista. Extrabajadores de la compañía han denunciado al director del grupo, Antonio Alcántara, para que se anule el despido colectivo que el pasado mayo anunció alegando motivos económicos. El próximo miércoles, ambas partes se encontrarán en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para esclarecer el conflicto.

La decisión de Alcántara de acometer un despido colectivo debe anularse, debido a que “se vulneran los derechos fundamentales” al no “haber seguido las pautas correspondientes”, según informan fuentes cercanas al proceso. A finales de mayo, la empresa comunicó mediante burofax esta decisión a los últimos empleados basándose en «causas objetivas».

Tal y como rezaba el texto, el resultado económico obtenido durante el ejercicio de 2016 fue muy inferior al obtenido en la anualidad 2015.

Los demandantes solicitan la nulidad del despido colectivo

La compañía detallaba que los ingresos por ventas correspondientes al último ejercicio llegaron hasta los 7,3 millones de euros, un 42% menos de lo cosechado un año antes. La deriva de la firma catalana de ofertas de ocio con descuento se conoció en enero, cuando llegaron los primeros despidos. En aquel momento la empresa ya contaba una plantilla muy adelgazada.

Una situación muy distinta a la de hace un año. En febrero de 2016 Groupalia llegó a tener a 70 personas en plantilla, en mayo a 50 y en diciembre 30. Este goteo de despidos estuvo motivado, en parte, a un pequeño porcentaje a bajas voluntarias y a que “parte de la plantilla ha pasado a trabajar para otras marcas del grupo”, según informaron desde el comité de empresa.

Miedo a que se aplace el juicio

Entre los afectados existe el temor a que Alcántara no se presente en los juzgados. Y es que el máximo responsable de la compañía ya lo hizo en otra ocasión. Esta maniobra provocaría que el proceso se dilatase “unas dos o tres semanas más”, aseguran.

El pasado mayo, el director de Groupalia no acudió al juicio por el que debía responder al motivo del traslado de las oficinas. En su momento, Alcántara alegó problemas de salud para justificar su ausencia.

Este conflicto se enmarca en diciembre y enero de este año, cuando la empresa avisó a los trabajadores que cambiaban las oficinas a un coworking de bajo coste en Vilanova i la Geltrú. Los trabajadores denunciaron la situación ante la inspección de trabajo alegando que se trataba de un traslado forzoso.

Cristian Reche

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