Inditex discrimina a los trabajadores de Stradivarius

La dirección de la multinacional textil no llega a un acuerdo con los sindicatos del único centro logístico del grupo que carece de convenio colectivo propio

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Dentro del universo Inditex, Stradivarius es una cadena con ciertas singularidades. En primer término, por la larga permanencia de la familia catalana Triquell en el capital del grupo, que la multinacional gallega acabó de adquirir en 2005.

La toma de control se produjo mucho antes, cuando Amancio Ortega compró a los fundadores el 90% de la cadena en 1999, quedando los Triquell como accionistas minoritarios durante casi siete años. Dentro del imperio textil, sólo la excepcionalidad de Tempe puede corresponder a tan insólito funcionamiento.

[Lea ‘Así es el único socio que trata de tú a tú a Inditex’]

La familia fundadora desapareció del capital pero no de la empresa, pues Jordi Triquell continúa siendo su director. Es el hijo de Francisco Triquell, que fue quien arrancó el negocio textil que haría de oro a la familia.

El corazón logístico está en Sallent (Barcelona) y también es una excepcionalidad, pues dentro de los centros de Inditex es el único junto a Tempe que no tiene un convenio colectivo propio, después de que el nuevo armario de Cabanillas acordase el suyo este mismo año.

Dos veces ‘no’

Y también para romper con los tópicos, el convenio colectivo de Stradivarius está atascado. Como avanzó este medio, en mayo de este año se inició el proceso de negociación entre sindicatos y dirección bajo buenas perspectivas, pues Inditex venía de alcanzar acuerdos tanto en Cabanillas como en Massimo Dutti (Tordera-Barcelona).

Sin embargo, en las dos reuniones la dirección rechazó la necesidad de contar con convenio colectivo propio, según informa CC.OO. El centro logístico se rige por el sectorial, lo que en el sindicato consideran «ridículo», pues las condiciones en Inditex están muy por encima de las fijadas en el documento.

Amenaza con movilizaciones

Aunque la negociación se produce con la dirección de recursos humanos de la compañía, en Comisiones Obreras atribuyen las dificultades a la dirección de la empresa, que, a su juicio, nunca ha mostrado voluntad por lograr un acuerdo. La central advierte que iniciará protestas si persiste el bloqueo a la negociación.

Los convenios de Inditex, que suelen firmarse por tres años, regulan los aumentos salariales en el periodo, así como determinadas condiciones ventajosas que aplica la multinacional de Amancio Ortega, como la rebaja de jornada para los trabajadores veteranos o determinados bonus sociales de ayuda para guarderías, maternidad o material escolar.

La negociación en Stradivarius es la antesala a la de los convenios de las fábricas de Inditex, del centro logístico de Arteixo y del de Meco en Madrid, que vencen este año.

Robert Rodríguez

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