La banca comienza a provisionar los quebrantos por la crisis de Pescanova

Sospecha que la deuda es de 300 millones más de lo establecido

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No hay tregua para la banca acreedora en la crisis de Pescanova. Mientras la compañía se enzarza con sus accionistas rebeldes en un cruce de comunicaciones a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que no hacen más que amplificar la guerra abierta en su consejo de administración, el pool bancario decide crear un comité de dirección (steering committe) con las entidades que tienen una mayor exposición a la deuda de la multinacional. De puertas adentro, gran parte de ellas reconocen que ya están preparadas para provisionar en sus balances los eventuales quebrantos derivados de la crisis de la compañía presidida por Manuel Fernández de Sousa.

De arranque, cinco son las entidades que conforman el núcleo duro de este comité: Banco Sabadell, Popular, Caixabank, Deutsche Bank y Bankia. El interrogante está en si Novagalicia Banco formará parte del steering committe. Según ha podido saber Economía Digital, la banca acreedora sostiene que “es necesaria” su presencia, ya que es uno de los principales acreedores. Sin embargo, en contra juega el hecho de que, hasta hace poco, la entidad de José María Castellano era accionista de la pesquera. Su presencia, por tanto, no está asegurada.

Reformulación de cuentas

Fuentes financieras sostienen que para que el trabajo de este steering committe pueda arrancar, la reformulación de cuentas es obligada. La banca sospecha que la deuda de Pescanova podría llegar a ser 300 millones de euros superior a lo establecido, moviéndose en una horquilla de entre los 2.700 y los 2.800 millones de euros.

La creación de este comité, que suele ser un paso previo habitual a los procesos que derivan en concursos de acreedores en firme, no presagia nada bueno. Las entidades estudian recurrir a sus propios equipos de auditores para chequear la sala de máquinas de Pescanova, al margen de los resultados de los nuevos números que haga BDO, la compañía que habitualmente audita a Pescanova.

Con Rothchild y sin Houlihan Lokey

Según fuentes de la banca acreedora hay muchas posibilidades de que el banco de inversión suizo Rothchild sea contratado como asesor, mientras que también se estudia contar con los servicios de auditoría de KPMG o Deloitte.

El pool bancario trabaja ya al margen de la eventual contratación, otra vez, del banco de inversión norteamericano Houlihan Lokey por parte de Pescanova, y ni siquiera parece previsible ya que sus servicios sean ahora necesarios, tal y como han derivado los acontecimientos. Los americanos decidieron abandonar la semana pasada la encomienda que les había hecho la pesquera de liderar el proceso de reestructuración financiera debido a la escasa información que recibían por parte de la multinacional.

Intranquilidad en la banca

El hecho de que el consejo de administración de Pescanova cerrase este jueves, de nuevo, sin aprobar las cuentas de la compañía y que las partes enfrentadas dentro del accionariado (Carceller y Luxempart a un lado y Fernández de Sousa a otro) se hayan enzarzado este viernes en una serie de acusaciones mutuas con la CNMV como campo de batalla, no ha hecho más que incrementar el nerviosismo de la banca. “Los acontecimientos están generando mucha intranquilidad”, reconocen.

De momento, está previsto que el próximo martes, las entidades bancarias acreedoras se vuelvan a reunir. El calendario que han estipulado marca un encuentro por semana.

Ismael García Villarejo

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