La banca maniobra para compartir el riesgo del Liceu con la administración

Las entidades negocian refinanciar una deuda de 15 millones de euros pero piden que los gobiernos reconozcan el pasivo

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El Gran Teatre del Liceu de Barcelona consiguió en el último año romper casi una década de números rojos y volver a los beneficios. Lo hizo gracias a la mejora de su actividad, consiguiendo 2,2 millones más de taquilla que en el año anterior, y a la contención de costes. Gracias a ello consiguió un modesto beneficio de 49.000 euros, según los primeros datos del ejercicio del Liceu, que va de septiembre de 2015 a agosto de 2016.  

A pesar de la buena noticia de la vuelta al beneficio, la situación financiera del emblemático teatro barcelonés no es buena. El Liceu tiene una deuda cercana a los 40 millones de euros y ha tenido que pedir un aplazamiento a la banca para la devolución de 15 millones. Las entidades han accedido a negociar esta refinanciación, pero buscarán la complicidad de las administraciones para cubrirse las espaldas.  

Semanas clave  

Fuentes financieras han explicado a Economía Digital que en las próximas semanas está previsto que se reúnan los responsables del teatro, que dirige Roger Guasch, con los de los bancos acreedores, liderados por Caixabank, para tratar la refinanciación de 15 millones de deuda a los que la institución no puede hacer frente.  

Previsiblemente, la banca no pondrá problemas a aplazar el pago de la deuda, ya que considera que la gestión está siendo buena, como muestra la vuelta a beneficios. Aunque los números negros son muy modestos, las entidades valoran que estén mejorando los ingresos y reduciendo las pérdidas.  

Condiciones  

Pero pese a la buena predisposición, las entidades no pondrán un cheque en blanco en la mesa de Guasch. Saben que la situación de tesorería del teatro es delicada, apenas tiene cash, tiene un déficit de cuatro millones que no se han cubierto con mecenazgo y, además, el año que viene debe volver a pagar las extras de verano a la plantilla, lo que incrementará los gastos.
 
Por todo ello, los bancos quieren compartir el riesgo con las administraciones propietarias de la institución: la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura. Lo que quiere la banca es que estas administraciones reconozcan la deuda y se hagan cargo de ella si en un futuro el Liceu no puede afrontarla.  

Las negociaciones tendrán que cerrarse antes de que termine este año, ya que el 31 de diciembre vence el primero de los pagos que el teatro quiere posponer. Además de Caixabank, son acreedores del Liceu el Institut Català de Finances (ICF), el Sabadell, BBVA y Santander.  

Más espectadores  

En el pasado ejercicio 2014-2015, el Liceu mejoró sus ingresos en más de cuatro millones, pasando de 38 millones a 42,5. La mitad de este crecimiento vino por el incremento de espectadores: según la información difundida por este teatro de la Rambla, facturó 15,5 millones en taquilla gracias a una ocupación del 86%.  

Los ingresos por subvenciones crecieron en cerca de un millón, y suponen cerca de la mitad del presupuesto de la institución, mientras el mecenazgo sigue estancado, con un ligero crecimiento de 5,8 a 5,9 millones.

Xavier Alegret

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