La justicia obliga a Kodak a ser digital

Kodak será una compañía fotográfica más pequeña y plenamente integrada en el mundo digital. Así lo ha decidido el juez federal del Tribunal de Bancarrota de Manhattan (Nueva York, Estados Unidos) Allan Gropper, quien ha autorizado el plan para superar la situación de quiebra que el mítico grupo declaró en enero de 2012. El pasivo alcanzó los 5.031 millones de euros.

“Pasaremos a emerger como un líder en tecnología sirviendo a grandes y crecientes mercados de imágenes comerciales”, ha destacado el presidente ejecutivo de la empresa, Antonio Perez, tras comunicar la decisión de la justicia estadounidense.

Cámaras digitales

Kodak se había resistido durante años a aceptar las innovaciones tecnológicas en la fotografía. De hecho, uno de los motivos de su insolvencia fue el retraso que acumulaba en el diseño de cámaras fotográficas. En febrero de 2012, el grupo decidió cerrar definitivamente esta división de negocio por los pocos resultados que obtenía.

El balance de la compañía también llegó al límite por el alto coste de las pensiones de jubilación que soportaba. 

Impresión digital de alta velocidad

Kodak ha liquidado activos y ha rediseñado su estrategia de negocio en el último año y medio. No pudo conseguir un valor significativo de su cartera de patentes, con la que pensaba sufragar parte del pasivo. Por ello, la reestructuración de la actividad del grupo ha sido más profunda de lo previsto inicialmente.

La compañía se concentrará ahora en la tecnología de impresión digital de alta velocidad y el empaque flexible de bienes de consumo, entre otras actividades. Mantendrá su icónico nombre, una marca con un gran valor. Los ingresos previstos en esta nueva etapa son de 1.863 millones de euros, según el plan presentado por Perez. Casi la mitad de lo que tenía cuando se declaró en quiebra.