La plantilla de Autoliv recurre a una huelga sorpresa para parar el cierre

Los trabajadores de la fábrica de cinturones de seguridad de Granollers convocan once días de paros en diciembre al considerar que la empresa ha actuado de mala fe

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El fabricante de componentes del automóvil Autoliv anunció en octubre el cierre de su fábrica de Granollers, en Barcelona, en 2016. Después de un mes de negociaciones informales en las que la dirección y el comité de empresa no han llegado a un acuerdo, la plantilla ha decidido pasar a la acción y empezar con las huelgas. Pero no será una huelga al uso, será sorpresa: la empresa no sabrá si trabajan o no hasta el mismo día.

Los representantes de la plantilla, de 290 trabajadores, han convocado once días de huelga, entre el 2 y el 17 de diciembre. Pero la idea no es hacerlos todos sino decidir y comunicar a las autoridades si finalmente se hará huelga la tarde anterior. Con ello pretenden ejercer presión sobre la empresa, que así no puede hacer previsiones de producción, según ha explicado Beatriz Martínez, presidenta del comité de empresa de Autoliv Kle en Granollers.

Para cubrirse ante la huelga, la fábrica ha estado produciendo más de lo habitual en los últimos días. De esta manera, la empresa pretende avanzar una semana los pedidos de Seat, su principal cliente, para que en caso de huelga no quede desabastecido, según ha denunciado Martínez.

Fracaso de las reuniones informales

La plantilla ha optado por la huelga después del fracaso de las negociaciones «de buena fe» entre ambas partes. Como consecuencia, Autoliv ha presentado el expediente de traslado, que tiene un plazo de negociación hasta el 18 de diciembre. El martes 1 de diciembre se sientan en la primera reunión oficial con la inspección de trabajo de la Generalitat. Si no hay un avance significativo, la plantilla tirará para adelante la huelga.

En el último mes, la dirección y los sindicatos CCOO y UGT han mantenido reuniones para buscar una solución pactada. Martínez ha explicado que el comité de empresa ha puesto sobre la mesa prejubilaciones, recolocaciones y un plan industrial, pero que, a pesar de haber llegado a acuerdos en algunos puntos, «luego la empresa se ha desdicho diciendo que las negociaciones eran informales». Por eso, consideran que la empresa ha actuado de mala fe.

Lo que sí ha presentado Autoliv es un plan para despedir a la plantilla pagando 33 días por año trabajado, cifra por debajo de los 45 días de despido improcedente, a pesar de que no tiene pérdidas.

La marcha de un antiguo gigante

La compañía sueca de componentes Autoliv, que en Granollers fabrica cinturones de seguridad para automóviles, tiene fábricas en varios países del este de Europa, dónde se han ido llevando la producción y el I D de Barcelona. Actualmente, en Granollers sólo trabajan 290 personas, pero la planta había llegado a tener más de 1.600 trabajadores. En los últimos años, además de despidos, también ha habido EREs temporales y bajadas de sueldo.

Beatriz Martínez lamenta que estos sacrificios, hechos «para ver si podíamos salvar la fábrica», no hayan servido ni sean valorados por la multinacional, que se llevará la producción a Rumanía. Más del 50% de lo que se fabrica en Granollers tiene como destino la fábrica de Seat en Martorell y aproximadamente un 20% a la de Nissan en Barcelona. Cuando cierre, a finales de 2016, los cinturones tendrán que traerse desde Rumanía, algo que saldrá a cuenta por la diferencia de costes salariales.

Xavier Alegret

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