Las aceleradoras de empresas cogen velocidad de crucero

Emprender está de moda. Se ha convertido en una especie de mantra que repiten desde políticos a gurús de la economía. Sin embargo, empezar de cero una empresa puede ser de todo –ilusionante, motivante…–, menos fácil. Especialmente para aquellos que inician este camino por primera vez. De ahí la importancia de la experiencia, sea propia o de otros, para tomar las decisiones correctas ante cada uno de los baches con los que nos encontraremos. 

Las aceleradoras de empresas son espacios en los que las startups reciben un empujón que, en algunos casos resulta decisivo. Desde SeedRocket, la primera organización de este tipo que ofreció en España soporte y financiación a negocios emergentes, no se cansan de mostrar las historias de éxito de las que han formado parte. Kantox, una empresa de intercambio de divisas que ya actúa en más de 50 países, o Uvinum, un portal de venta de vino online que en 2013 facturó 3,5 millones de euros, pasaron por esta aceleradora.

Soporte y financiación

«Estar aquí los pone en el radar» comenta Jesús Monleón, uno de los fundadores de SeedRocket, minutos después de acabar la decimotercera edición de su Campus de Emprendedores. Durante cinco días, las doce startups finalistas de la edición de este año en Barcelona han trabajado con los mentores en pulir, mejorar o darle una vuelta completa a sus ideas de negocio.

«Los mentores [empresarios con experiencia y, en algunos casos, varias compañías de éxito a sus espaldas] les dan apoyo y orientan sobre cuestiones como la manera de relacionarse con sus socios o cómo aumentar la rentabilidad» de la empresa, comenta Monleón. El último día del campus tiene lugar la presentación para inversores, un acto abierto al público en el que los finalistas presentan sus proyectos y pueden entrar en contacto con los business angels interesados en sus compañías.

Alianza con Google

En el evento final de la edición de este año, al que asistió Economía Digital, se anunciaron los tres ganadores tras una semana de trabajo conjunto: en tercera posición quedó Quarizmi, un software que gestiona las campañas de PPC (pay per click) para agencias; en el segundo lugar, Mybrana, una aplicación que permite grabar fácilmente vídeos cortos en realidad aumentada; y, con el primer puesto se alzó Wazypark, una plataforma móvil que permite encontrar plazas de aparcamiento libres.

Además, durante el mismo acto se hizo la presentación pública de la alianza que SeedRocket ha establecido con una de las grandes tecnológicas del planeta. El próximo 22 de junio echará andar el Google Campus Madrid, un nuevo espacio para empresas emergentes en la capital española y en el que esta aceleradora aportará su experiencia de siete años (se fundó en 2008, en pleno estallido de la crisis) en el mentoring y la búsqueda inversores privados. En palabras de Sofía Benjumea, la directora del centro madrileño –el cuarto que Google abre en el mundo, tras Tel Aviv, Londres y Seúl–, la compañía norteamericana tuvo claro su compañero de viaje en este proyecto tras «analizar el ecosistema de empresas emergentes» en España.

Aceleración en los últimos años

Seedrocket fue la primera de muchas. Tras ella vinieron otras organizaciones como Wayra o Yuzz –ambas vinculadas, sin embargo, a empresas privadas–, hoy muy reconocidas en el sector. Pero la evolución de los pioneros desde su nacimiento podría ser un reflejo de cómo la cultura de emprender ha crecido en nuestro país en los últimos años.

«Los emprendedores con los que trabajamos ahora están mejor preparados; ya no hace falta explicar cuestiones básicas y se puede incidir en cosas que dan valor» comenta Marek Fodor, uno de los mentores de esta aceleradora y cofundador en 2000 del portal de búsqueda de ofertas Atrápalo.  Para explicar qué aportan este tipo de eventos a las empresas del futuro, Fodor echa la vista atrás. «En definitiva, aquí se ofrece lo que nos hubiese gustado tener a nosotros en su momento: que compartan contigo lo que otros han aprendido de su experiencia», concluye.