Las patronales catalanas abandonan el tercer intento de fusión

El presidente de Pimec da por rotas las negociaciones al percibir que Foment quería emular el modelo impulsado por la CEOE

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Las dos principales patronales catalanas, Foment del Treball y Pimec, han roto las negociaciones que iniciaron hace dos años para su fusión, tras constatar que no hay posibilidad de llegar a un acuerdo.

Así lo ha explicado el presidente de Pimec, Josep González, que ha asegurado que ya no hay más reuniones previstas para intentar avanzar en esta cuestión.
 
El patrón de la pyme catalana asegura que el principal escollo ha sido que el «concepto» de organización que defienden ambas asociaciones es diferente. Pimec quería que las pequeñas y medianas empresas tuvieran el mismo peso que las grandes compañías, mientras que, asegura, Foment abogaba para emular el modelo de la gran patronal española.

La sombra de la CEOE

«Se quería dar continuidad a la CEOE, y la CEOE es una patronal de grandes empresas. En la medida que aquí no eran capaces de hacer un acuerdo que dejara a las pymes bien defendidas, no nos interesa», manifestó González, que ha subrayado que, a pesar de no poder llegar a buen puerto, ha habido mucha voluntad de acuerdo.

«Cuando tienes un enfoque diferente de cómo debe ser la patronal, es muy difícil llegar a un acuerdo, por mucha voluntad que pongas», ha argumentado en una entrevista con la agencia de noticias Europa Press.

Tres intentos fallidos

Pimec y Foment del Treball reanudaron las negociaciones para unificarse en una única confederación en abril de 2012, después de intentarlo dos veces anteriormente.

Ya se había planteado en 1993, aunque sin éxito, y se volvieron a iniciar las conversaciones en el verano de 2009, cuando Foment estaba presidida por Juan Rosell, ahora líder de la CEOE.

Sin embargo , el proceso se suspendió en octubre del mismo año de forma repentina por decisión de Foment, que anunció que posponía la unificación con Pimec, algo que aseguró que no suponía rechazar el proyecto, sino dejarlo «al ralentí» hasta que la situación económica lo permitiera.

Ismael García Villarejo

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