Las pymes catalanas, en guerra con la CEOE

La revocación de la representatividad de Fepime, la morosidad y la ley de contratos públicos tensan las relaciones entre patronales

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Tensión máxima entre la patronal de pequeñas y medianas empresas catalanas Pimec y la CEOE. Las relaciones entre la organización de pymes y Fomento del Trabajo, la patronal catalana de CEOE, se enfrió hace tres años después del fracaso del último intento de fusión, pero en los últimos días la situación se ha tensado a raíz de varios sucesos tanto a nivel catalán como español.

El último capítulo de dichos desencuentros es la decisión del Govern de la Generalitat de revocar la representatividad de Fepime, la organización que agrupa a las pymes socias de Fomento del Trabajo, y que a su vez está vinculada, a nivel español, con Cepyme. Fuentes patronales han explicado a Economía Digital que este lunes recibieron un dictamen de la Generalitat informando de dicha resolución, que dejaría a Fepime fuera de los ámbitos de representación con la Generalitat, como el Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC) o el Tribunal Laboral.

Con el Govern y el TSJC por en medio

El tema puede traer cola ya que algunas fuentes apuntan a que el Govern no tiene competencias sobre el estatuto de los trabajadores para decidir sobre algo así, y menos todavía teniendo en cuenta que viene de una sentencia judicial. Concretamente, del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Sin embargo, desde la consejería de Empresa y Empleo han explicado que el acta administrativa del TSJC que otorgaba, por silencio administrativo, la máxima representatividad a Fepime, no era válida y si pueden, por tanto, enmendar al tribunal  

El TSJC otorgó a Fepime el reconocimiento de organización empresarial representativa en 2011, en un mapa patronal catalán en el que dos organizaciones se repartían este poder: Fomento del Trabajo, con un 75% de representatividad, y Pimec, con un 25%. Con la sentencia del TSJC, Fomento pasaba a tener un 60% y Fepime un 15%, mientras que Pimec mantenía su 25%.

En ese momento la tensión ya se hizo evidente, puesto que Pimec nunca ha reconocido la entidad de Fepime como patronal y la considera una segunda marca de Fomento del Trabajo. La sentencia terminó de dinamitar el último intento de fusión entre Fomento y Pimec, ya que esta segunda organización pedía la desaparición de Fepime, y no solo de las mesas de negociación.

También en Madrid

Aunque el ámbito de actuación de Pimec como patronal se limita a Cataluña, su papel como lobby ha llegado a Madrid, y con cierto éxito. A Pimec y su guerra contra la morosidad deben las empresas españolas la ley de morosidad, que obligaba a administraciones y empresas a pagar a 30 y 60 días.

Pero solo es una ley. En la realidad se ha avanzado poco: sí que es cierto que las administraciones han mejorado los plazos de pago gracias al programa de pago de proveedores del Gobierno, pero las grandes empresas continúan pagando muy tarde. La empresas del Íbex pagaron a 187 días en 2014, el triple de lo que marca la ley, según el último informe de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, organización-lobby que preside Antoni Cañete, también secretario general de Pimec.

Desde la patronal de pymes han explicado que los «abusos» de las grandes compañías con sus proveedores, en general empresas más pequeñas, llega a extremos como hacerles firmar que quieren cobrar a 180 días, para blindarse ante posibles denuncias. Aunque, de momento, las empresas no están denunciando a sus clientes, ya que se exponen a perderlo, con lo cual la ley termina por no aplicarse.

Presiones

En Pimec también están muy molestos con el anteproyecto de ley de contratos públicos, que según la patronal, no tiene en cuenta a las pymes. Pero su queja no va sólo dirigida hacia el Gobierno. Pimec ha denunciado que ha detectado «importantes presiones por parte de la CEOE» para eliminar las cláusulas favorables a las pymes y ha apelado a Cepyme, la patronal de pequeñas y medianas empresas de la CEOE, para que reacciones y no acepte dichas decisiones de la principal organización empresarial española.  

Xavier Alegret

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