Los ‘fondos buitre’ se lucran especulando con las acciones de DIA

En dos meses han conseguido que la cadena pase de revalorizarse un 17% a retroceder más de un 3%, y ya han 'apostado' a que los títulos bajen de 5 euros

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La cadena de distribución DIA sigue siendo objeto de una espectacular acción concertada de los fondos especulativos que se dedican a comprar acciones a préstamo de una empresa, con la única idea de apostar a que el precio pagado, en un determinado momento, disminuya al cabo de un tiempo. Cuanto antes, mejor.

En el caso de la cadena de supermercados no han tardado mucho en cobrarse la pieza. En apenas dos meses, la evolución bursátil de DIA ha pasado de revalorizarse un 17% a retroceder por encima del 3%.

Se trataba de que el precio de la acción bajara del entorno de los 6,5 euros, precio en el que estos fondos habían comprado las acciones el pasado mes de julio, y ya lo han conseguido al conseguir que la cotización se sitúe ligeramente por encima del 5%.

Entrada de más fondos a corto  

¿Suficiente? Pues parece que no, a la vista de la fuertes compras que, durante el presente mes de septiembre han vuelto a realizar para posicionarse a corto en el grupo distribuidor presidido por la venezolana Ana María Llopis. Y lo están haciendo no solo los fondos que llevan tiempo inmersos en esta operativa, sino también otros, como es el caso del banco suizo UBS, a través de UBS O`Connor Ltd, uno de sus vehículos de banca privada.

Y viendo al precio de 5,16% euros a los que UBS compraba más de 3,2 millones de acciones de DIA, el objetivo con el que el banco suizo ha entrado en esta espiral de compras y ventas permanentes no es otro que la cadena de distribución acabe bajando del umbral de los 5 euros por acción.

Especulación con el 11% de DIA

En esta estrategia de hacer caer el valor de la cadena de supermercados, UBS no está solo. Lone Pine, Blackrock –que además de posicionarse a corto, es accionista de referencia de DIA–, Marshall Wace, WorldQuant, Two Creeks, Millenium International y UBS Global Asset, otro vehículo de inversión de la entidad financiera helvética, buscan lo mismo.

Un grupo de fondos que atesoran, según los datos actualizados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el 11% el capital de DIA a corto. Hablamos de cerca de 72 millones de acciones, actualmente valoradas en unos 390 millones de euros.

Capitalización cae en dos meses, de 4.300 a 3.500 millones

Cuando en julio se intensificó la operativa a corto, la cadena capitalizaba en bolsa por 4.300 millones. Ahora, tras las ventas registradas por estos fondos, supera ligeramente los 3.500 millones. Y, si se salen con la suya nuevamente, en dos o tres meses, en el rally de fin de año, podrían llevar el valor bursátil al entorno de los 3.200 millones.

Toda esta fuerte presión especulativa se ha producido de manera simultánea a la operación de reducción de capital llevada a cabo por DIA mediante la amortización de acciones propias compradas en el mercado, que no logró todos los objetivos que se había fijado.

Recompra de acciones

Aunque la cosa tenía muy buena pinta en febrero pasado, cuando las compras de acciones propias provocaron que la cotización se disparara un 18% en apenas tres semanas, la cosa se atenuó en primavera con la crisis de Grecia. Y lo peor estaba por llegar.

Tras el verano, el pasado 10 de septiembre la empresa ejecutó la reducción de capital en unas condiciones mucho menos onerosas para los accionistas de lo que se vislumbraba mucho antes.

Lo comido por lo servido

Desde el 27 de julio –el día en que se alcanzaron los 200 millones invertidos en comprar acciones propias y se dio por cerrado el programa– y ese 10 de septiembre, la cotización de DIA cayó casi un 14%, en un verano en el que los vaivenes provocados por la situación económica en China incidieron lo suyo en los mercados, y esos movimientos especulativos hicieron el resto.

Al final, entre unas cosas y otras, en lugar de comprar 40 millones de títulos para su autocartera, la empresa se tuvo que conformar con 28,6 millones, de manera que la reducción de capital no fue del 6,2%, sino del 4,4%. Y la cotización no solo no subió, como se esperaba, por el menor circulante de acciones, sino que bajó.

Y ahí sigue, esperando a ver si la nueva afrenta especulativa logra su objetivo o, si por el contrario, en esta ocasión, estos fondos se la tienen que envainar, cumpliendo las previsiones de las últimas recomendaciones de los analistas, como Natixis o el HSBC, que acaban de situar el precio objetivo de DIA entre 6,5 y 7 euros, recomendando su compra. No obstante, las dos opciones se pueden dar. La de subir, primero, para luego bajar.

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