Los préstamos sin garantías, un ‘agujero negro’ para la Sareb

Los 628 millones en activos financieros de difícil recuperación, que el Banco de España ha obligado a valorar a cero, representan apenas el 6% de los que 'el banco malo' recibió

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Los responsables de Sareb han dejado caer, en la presentación de resultados correspondiente al ejercicio 2014, que los 628 millones dotados para cubrir créditos sin garantía real –esos que se concedían en tiempos de la burbuja inmobiliaria sin el menor control bancario–, impagados y con sus acreditados en concurso de acreedores, que serían los últimos que se dotarían para esta tipología de préstamos. Pero puede que solo sea la punta del iceberg.

Aunque desde el ‘banco malo’ explican que ya contaban, desde el mismo momento en que se constituyó, hace más de dos años, con este lastre, y argumentan que esos deterioros ya se dan por descontados en sus planes de negocio, lo cierto es que el volumen de estos préstamos sin garantías en su balance es mucho mayor.

10.000 millones sin garantía

Basta con mirar las cuentas de 2012 y 2013 para comprobar que el 25% de los casi 40.000 millones de euros que Sareb pagó por  91.000 activos financieros eran préstamos sin garantía de ningún tipo. Ni suelos, ni patrimonio, ni nada de nada.

Unos 10.000 activos (en su mayoría préstamos) adquiridos por 10.000 millones –el 6% de los que ahora se han cubierto– que son susceptibles, en cualquier momento, de tener que ser provisionados en su totalidad.

15.000 millones de valor nominal, vencidos

De hecho, en 2012, la mayoría de esos préstamos sin garantía transferidos ya se encontraban catalogados como subestándar o dudosos, con visos de aumentar, más pronto que tarde, ese 20% de préstamos financieros que Sareb adquirió ya vencidos, por un nominal de 15.000 millones de euros.

Lo que ha hecho ahora el regulador es cortar por lo sano con el incremento de estos créditos sin garantías, impagados y con sus acreditados en quiebra, sin posibilidad alguna de recuperación.

Deterioro progresivo

Ya en 2012 el volumen de préstamos en esta situación se cuantificaba en 442 millones,  se elevaba a 539 millones en 2013 y se ampliaba a los 628 millones que ahora se han provisionado en su totalidad.

Un incremento anual de 100 millones que habrá que ver si se mantiene en 2015 y en años sucesivos. Margen de deterioro hay. Hasta alcanzar esos 10.000 millones de préstamos adquiridos sin garantía alguna.

Cambio de criterio

Desde Sareb argumentan que estos deterioros ya se daban por descontados para ser provisionados de manera sucesiva, y no de golpe, como ha decidido el Banco de España. «Lo que ha hecho el regulador es cambiar de criterio, como puede hacerlo en cualquier momento a lo largo de la vida de la Sareb», comentaba el presidente de la Sareb, Jaime Echegoyen.

Al margen de estas dotaciones de 628 millones para cubrir estos créditos impagados, el regulador también ha obligado a Sareb a anticipar 91 millones para cubrir el eventual deterioro de los préstamos y créditos participativos, que se suman a los 259 millones que, por este mismo concepto, tuvo que aportar en 2013.

Cerca del punto de equilibrio

Se lamentaba Echegoyen de que, de no haber sido por estas provisiones, la operativa de la sociedad en 2014 hubiera llevado a presentar unas pérdidas de apenas 45 millones de euros, y que de cara al presente ejercicio dejaba caer que Sareb podría llegar a ganar dinero. «Estamos cada vez más cerca del punto de equilibrio, pero no depende de nosotros».

Una dosis de optimismo que habría que ponerla en cuarentena por las mil y una circunstancias que rodean a la actividad de esta sociedad. La no efectiva recuperación del mercado inmobiliario o el incremento de los tipos de interés podrían dar al traste con cualquier previsión que se haga.

Previsiones para 2015

No obstante, tomando las referencias existentes, el ‘banco malo’ confía en volver a vender en 2015 unos 15.000 inmuebles, amortizar otros 3.000 millones de deuda, que  se sumaría a los 5.700 ya cancelados, y rebajar un 20% los intereses que paga por esa deuda. En estos dos años, las entidades cedentes, tenedoras de los bonos, han recibido 8.100 millones de euros, con esos 5.700 millones del principal de la deuda y 2.400 millones de intereses.

En cuanto a los activos inmobiliarios, se prevé que sigan en aumento los ingresos por ventas de suelo e inmuebles terciarios, hasta un 30% más, y que, por el contrario, se retraiga la venta de viviendas en torno a un 10%.

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