Los repartidores de Panrico mantienen el pulso: dejarán de trabajar la próxima semana

Los autónomos reclaman la factura de septiembre si la compañía quiere seguir en marcha

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Las factorías de Panrico dejarán de producir a partir del 13 de octubre si la dirección, encabezada por Carlos Gila, no paga la nómina de septiembre a sus 1.900 trabajadores. Pero la actividad de la compañía se puede paralizar antes. Los 2.115 repartidores se quedarán en casa si no reciben antes del lunes la totalidad o parte de su retribución.

“No se trata de una huelga”, puntualiza el presidente de Atapan (ATA), Antonio Hidalgo. Reitera que se quedarán en casa para no perder dinero, ya que son trabajadores autónomos dependientes. “No tendremos margen para poner gasolina, pagar IVA e IRPF y la cuota de los autónomos”.

El presidente de la potente asociación, Lorenzo Amor, podría tomar cartas en este conflicto. Así se lo han reclamado sus afiliados.

Desencallar el conflicto

Gila tiene aún una oportunidad de llegar a un acuerdo con su red de repartidores. Este miércoles se tenían que reunir, pero por problemas de agenda de la mesa de negociación se ha aplazado el encuentro hasta el jueves por la tarde.

La dirección de Panrico afrontará entonces una jornada maratoniana de diálogo con la plantilla. Al mediodía, tiene una cita con el comité de empresa intercentros. La representación sindical de los 1.900 empleados en plantilla.

En ambas mesas intentará acercar posiciones y conseguir pactar algunos puntos de su plan de reestructuración, según fuentes de la compañía. La plantilla ha rechazado de frente un documento que pasa por el despido de 1.900 trabajadores y la rebaja salarial de hasta el 45% para quienes se queden en el grupo.

Deudas

Panrico presentó el martes el preconcurso de acreedores. Debe 10 millones de euros a los trabajadores en concepto de nómina de septiembre.

También podría reclamar garantías su accionista único, el fondo estadounidense Oaktree, quien capitalizó en junio los 90 millones de euros de deuda que la empresa arrastraba de sus propietarios anteriores.

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