Miquel y Costas presume de doblar su valor en plena crisis

La compañía saca pecho por la solvencia ante los accionistas a quienes aumenta el dividendo en 1,9 millones

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La fórmula anticrisis de Miquel y Costas se resuelve con un cierre de 2012 cuyos ingresos rozan los 200 millones de euros y unos beneficios que superan los 27 millones. Pero, además, la papelera catalana presume no sólo de solvencia, sino de que pese a la situación económica de los último años su valor se ha multiplicado de forma considerable. “Desde 2009 hasta hoy se ha doblado el valor de la compañía y de la acción”, ha subrayado el presidente de la firma, Jordi Mercadé, en un encuentro con los medios antes de la junta de accionistas de este jueves.

Estos resultados repercutirán también en los socios que recibirán un dividendo complementario de 1,9 millones de euros a cargo del último ejercicio. En el paquete accionarial de Miquel y Costas tiene un papel importante BMN (Caixa Penedès), con un 18,34%, mientras que el consejo controla algo más del 33% del capital de la compañía y otro 22,52% está en manos de inversores extranjeros. “La idea es tener la independencia del proyecto y no sufrimos nada por ello”, ha insistido Mercadé, sobre todo en relación a la participación de BMN.

Otro de los puntos fuertes de Miquel y Costas es que su endeudamiento financiero es nulo y, según hace hincapié el propio presidente, el rendimiento sobre activos es del 12%. “Esta cifra es muy difícil de conseguir en estos tiempos”, añade.

Presencia en el extranjero

Como ocurre en otras empresas que crecen pese a la crisis, parte de este éxito proviene de la internacionalización. Miquel y Costas vende el 85% de su producción fuera de España y sólo destina el 15% restante al mercado nacional. “Estamos estudiando varios temas en cuanto a la expansión internacional. Hemos invertido en Alemania y Chile y estas actividades han dado beneficios al cierre de 2012”, detalla Mercadé.

Asimismo, la compañía también ha puesto el foco en Argentina donde, pese a que ahora puede no ser el mejor momento para realizar inversiones en el país, según insiste Mercadé, Miquel y Costas piensa que a largo plazo puede ser beneficioso.

Plan de inversiones millonario

Aunque 2012 ha sido un buen año, la papelera confiesa que este ejercicio es difícil porque la demanda –especialmente en Europa y Ámerica– es más baja, lo que conduce a precios y márgenes más reducidos y a lo que se suma que las materias primas se encarecen. Pero Miquel y Costas es optimista y por ello seguirá invirtiendo en los próximo años entre 50 y 60 millones de euros durante el periodo comprendido entre 2014 y 2016.

En el último año ha culminado uno de sus principales proyectos, Terranova Papers, que ha requerido de una inversión de 45 millones de euros.

Se trata de la nueva planta de La Pobla de Claramunt dedicada a la fabricación de papeles especiales como el que se utiliza par el té, para las bolsas de los aspiradores, envases para máquinas de café así como también papel de alimentación para determinadas carnes y repostería. Esta factoría empleará a 60 trabajadores cuando esté en pleno rendimiento. “Con incertidumbre pero voluntad espero poder decir al año que viene que la fábrica va muy bien y que da beneficios”, insiste el presidente de Miquel y Costas.

Nuevos mercados

Mercadé ha hecho énfasis en la búsqueda continua de nuevos proyectos para seguir creciendo. Por ello, analiza oportunidades de crecimiento en América Latina, Estados Unidos y Asia Pacífica, aunque no ha querido concretar nada hasta que no esté bien atado.

Actualmente Miquel y Costas tiene un 5% de la cuota mundial en el sector del papel de fumar que es la parte más relevante del negocio –el 75%–. “Estamos atentos a oportunidades que aparecen en el mercado. El reto de la compañía a partir de 2014 es encontrar proyectos. Es nuestra obligación”, ha concluido Mercadé.

Economía Digital

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