Pascual se rinde ante las marcas blancas en el negocio de la leche

La compañía, arrinconada como el resto del sector por los precios bajos, enfoca sus esfuerzos hacia nuevos productos como la soja y los yogures

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Pascual ya no quiere ser reconocida como una empresa lechera. En la presentación de su nueva imagen, este martes en Madrid, la compañía destacó sus planes de expansión internacional con yogures y bebidas de soja. Pero Pascual no habló de vacas, ni de pastos, ni de leche. “No somos una compañía lechera”, declaró Ignacio García-Cano, consejero delegado de Pascual. “Somos una compañía de salud y nutrición”. Los años del pegadizo anuncio “voy a tomar leche desnatada Pascual” son historia. La empresa también ha eliminado la palabra «Leche» de todos sus logotipos. Ahora se promocionará como «Calidad Pascual».

En los ochenta, Pascual logró alcanzar cuotas del 50% en el mercado de la leche. Hoy, la participación ha caído al 13%. No es la única: todas las tradicionales han sufrido la erosión de las marcas blancas, que han ganado la batalla gracias a los precios bajos. Por ello, la empresa ha decidido diversificarse con productos como agua Bezoya, la bebida Bifrutas, la bebida de soja Vivesoy y el café Mocay.

El dinero de Venezuela que no regresa

La empresa tiene como propósito reducir la deuda con los bancos, calculada en unos 300 millones de euros y, dada la caída del consumo en España, sólo ha visto un salvavidas en el exterior. El grupo espera que el negocio exterior alcance el 15% del total. Ello a pesar de la curiosa su incursión en Venezuela, donde Pascual ha instalado una fábrica productora de un yogurt que no necesita ser refrigerado.

La marca Migurt, que desarrolló junto con Polar, la principal empresa de alimentación de Venezuela, ha sido un éxito rotundo en un país con graves problemas en el suministro eléctrico. La marca ha logrado una penetración inesperada hasta para los más optimistas pero el dinero no puede ser traído a España. El gobierno de Nicolás Maduro mantiene restringida la salida de divisas, por lo que Pascual no ve –ni verá probablemente en los próximos años– un euro de todas las ganancias que pueda generar en Venezuela.

Asia y África

“Ya sabíamos que no traeríamos ese dinero ni en cinco ni tal vez en diez años”, explicó Tomás Pascual, hijo del fundador de la empresa. “Como empresa familiar que somos, lo vemos todo a largo plazo”. Pero la entrada en Venezuela es sólo un ensayo de lo que la empresa pretende hacer en el mercado andino con Colombia a la cabeza. Polar tiene plantas en Colombia y un gran despliegue logístico que Pascual quiere aprovechar.

La empresa, que se ha asociado con Unilever para la venta de Flora y Nutrexpa para el Cola-Cao líquido, también busca socios en China y África, según declaró el propietario Tomás Pascual. “Solo necesitamos un socio de peso”, remató.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp