Pescanova intenta cerrar las cuentas al margen del consejo

La multinacional tensa la cuerda con la CNMV y podría quedar, de nuevo, este lunes sin toda la información requerida

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El próximo lunes finaliza el plazo que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dio a Pescanova para presentar la documentación relativa a las cuentas de 2012. A día de hoy, y en base a las informaciones que aportan fuentes cercanas a la empresa, parece difícil creer que la próxima semana el regulador bursátil tenga en su poder los números de la gallega. Sobre todo porque estos han de ser remitidos con la correspondiente firma de los miembros del consejo de administración, que todavía no ha sido convocado.

A última hora de este jueves, Pescanova informaba de que no había fecha para la reunión. El encuentro del cónclave sería un proceso lógico teniendo en cuenta que, tal y como informó la CNMV a Economía Digital, las cuentas de la pesquera correspondientes al segundo semestre de 2012 deben ser enviadas con la firma de todos los consejeros. En este caso, no tendrán que estar auditadas.

Las posibilidades de reunir al consejo

El organismo que preside Elvira Fernández explica que, si bien la multinacional no está obligada a convocar al máximo órgano de administración, si lo está a enviar las cuentas firmadas por los miembros del mismo, utilizando cualquier otro método para conseguirlo.

Según los estatutos de Pescanova, el consejo de administración no tiene por qué celebrarse físicamente en Chapela (Pontevedra), como hasta ahora acontece. “El consejo podrá celebrarse asimismo en varios lugares conectados por sistemas de audioconferencia o videoconferencia que permitan la permanente comunicación entre los concurrentes, independientemente del lugar en el que se encuentren”. Igualmente, “si ningún consejero se opone a ello, podrán celebrar votaciones por escrito y sin sesión. En este caso, los consejeros podrían remitir sus votos y las consideraciones que deseen hacer constar en el acta por correo electrónico, o por cualquier otro medio”.

Sin comunicación

No obstante, tampoco hay novedades en este sentido ya que este jueves, desde Damm –segundo accionista del grupo– aseguraban no haber recibido “ni comunicación sobre ningún consejo de administración, ni la documentación sobre las cuentas de 2012 para estudiarlas”. “Lo que creemos es que van a dilatar el proceso todo el tiempo que puedan”, opinan.

Además, fuentes cercanas a Pescanova indicaron a este medio que el lunes, lo previsto es “responder con documentación al requerimiento hecho por la CNMV”. Se contestará, pero si las cuentas se presentarán de forma adecuada, esa es todavía una cuestión rodeada de incógnitas. Sobre todo, teniendo en cuenta que la solicitud de preconcurso de acreedores que precipitó la crisis de Pescanova se motivó, precisamente, después de que en el consejo de administración del 28 de febrero, los representantes de Damm y el fondo Luxempart se negasen a firmar las cuentas de la firma.

Sanción de la CNMV

En la actualidad, con la revocación sobre la mesa de la auditora del grupo durante 10 años y con la sospecha de deudas ocultas en las filiales, es difícil creer que los denominados consejeros díscolos –que ya han pedido hasta en tres ocasiones la dimisión de Fernández de Sousa como presidente–, den el visto bueno a las cuentas.

Pero, si Pescanova no presenta este lunes los datos del último semestre de 2012 firmadas, tensará todavía más las relaciones con la CNMV. La pasada semana, el regulador consideró “incompleta e insuficiente” la última información financiera remitida por la empresa, por lo que procedió a comunicar un nuevo requerimiento, con amenaza de sanción, en el que daba a la compañía gallega un plazo de cinco días hábiles para su contestación. “Si la documentación no se presenta adecuadamente habrá que atenerse a las consecuencias”, apuntaron fuentes conocedoras del proceso que vive la pesquera.

Concurso de acreedores

Otra circunstancia queda en el aire: mientras no se conozca la deuda real de Pescanova, esta no puede presentar concurso de acreedores, ya que ese será uno de los datos que se le requerirán, junto con un inventario de bienes, un balance de gestión y la cuenta de resultados entre otros documentos.

Este lunes Pescanova justificó, mediante un comunicado que posteriormente remitió a la CNMV, la necesidad de entrar en concurso de acreedores. “La situación preconcursal estaba provocando un deterioro patrimonial y financiero de la sociedad y del grupo”, indicó la empresa gallega. En el mismo documento, adelantó su intención de presentar en un plazo de unos 10 días “aproximadamente” la declaración de concurso en el juzgado de lo mercantil de Pontevedra.

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