Privalia, de club privado a marca de moda 

En cuatro años, Lucas Carné y José Manuel Villanueva, han creado una empresa que facturó el año pasado 168 millones de euros. Han crecido a base de capital riesgo y dibujan un futuro en el mundo del 'lifestyle'

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En 2006 Lucas Carné y José Manuel Villanueva empezaron una aventura empresarial en ese momento muy novedoso: abrir un club privado de venta on line en España, Privalia. Importaron un modelo comercial que triunfaba en Francia y, “con un grado de ambición importante, aspirábamos a ser unos segundos decentes”, explica Carné a Economía Digital. El primer año facturaron 0,4 millones de euros, pero desde allí (y a base de capital riesgo) han empezado un meteórico ascenso que les ha llevado a cerrar 2010 con unos ingresos de 168 millones de euros (82,96 en España) y pasar la mano por la cara a Vente Privée, el grupo francés que hasta la fecha dominaba el sector.

“En un primer momento no planteamos ir fuera, pero cuando vimos que eramos capaces de ejecutar un negocio que nos permitía competir de tú a tú con los grandes nos fuimos a Italia”. Llegaron a Milán en diciembre de 2007, un año después cruzaron el charco y abrieron una filial en Sao Paulo (Brasil) y en febrero de 2010 se expandieron hasta México DF. Ahora son líderes en los cuatro mercados. Además, en marzo de este año adquirieron al grupo germano Dress For Less gracias a una ronda de financiación de 88 millones de euros. Un outlet digital que les ha abierto las puertas al mercado alemán desde Frankfurt.

Esta última operación marca el futuro que ambos fundadores quieren para Privalia. Y es que en los próximos cinco años tienen previsto lavar la cara a la empresa para ir un paso más allá del club privado. “No nos queremos quedar con un negocio de venta flash, queremos que Privalia sea todo moda y más diversificado, enfocando hacia el lifestyle”, asegura Carné. En mente tienen el portal británico Asos, un verdadero referente en el mundo de la moda. “Nos gustaría que incluso ciertos diseñadores lanzaran colecciones exclusivas con Privalia”, tal como pasa con los ingleses.

Sin socios estratégicos

Tras cinco años, los fundadores del grupo defienden a capa y espada su base empresarial basada en el capital riesgo. “Siempre hemos huido de socios estratégicos con agenda propia, ya que puede entrar en conflicto con la nuestra”. Desde 2006 han realizado seis rondas de financiación por una cantidad total de 173 millones de euros. Carné reconoce que los inversores “son exigentes y te aprietan”, a pesar de que “el objetivo final es el mismo: ganar dinero. Y si ellos lo hacen, tú también”.

En este sentido, afirma que “para Privalia ya ha pasado la fase de alto riesgo”. Los primeros inversores que entraron en el capital del grupo fueron Caixa Capital Risc y Luís Martín Cabiedes, en 2006. En 2007 abrieron la compañía a otros socios, Nauta Capital. Insight Venture y Highland Capital Partners, dos empresas americanas, entraron en 2009. Un año después, Carné y Villanueva consiguieron 70 millones de euros con General Atlantic, Index Ventures y una ampliación de capital por parte de Highland Capital.

La ronda de capital más grande ha sido la última: 88 millones para adquirir Dress for Less. Se ha realizado en marzo de este año y han mejorado su participación dentro de la compañía barcelonesa General Atlantic, Highland Capital Partners, Index Ventures e Insight Venture Partners.

La importancia de las cláusulas

“Ahora ya no tenemos la mayoría dentro de Privalia, por esto es tan importante para todos los minoritarios defender las cláusulas con los fondos de capital”, dice Carné. Y es que en todo momento deja claro que el éxito o el fracaso de un negocio “está en la forma en que se ha gestionado”.

Asimismo, tiene asumido que los crecimientos tan acusados sin tocar de pies en el suelo pueden terminar con un fracaso estrepitoso. “Cuando incorporas mucha gente al grupo e inviertes mucho en una empresa que es frágil las cosas acaban mal”. Comenta que la clave de Privalia está “en el buen entendimiento entre los socios fundadores” y en la capacidad de “fichar a gente que llega dónde tú no lo haces”. Pero siempre con una premisa en mente: “Cuando se toman muchas decisiones con poca información y muy rápido, te equivocas seguro”.

En el último ejercicio, Privalia dobló sus empleados: de 330 a 665. Aunque tras la adquisición de Dress For Less la plantilla ha llegado a las 850 personas, con una media de edad de 27 años. Por el momento no prevén contratar a un número significativo de personas. Para Carné, ahora empiezan una fase de consolidación y de fijar la base para transformar Privalia de un simple club privado de venta on line a una marca de moda.

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