Raventós y Deutsche Post rescatan ‘in extremis’ a Unipost

Los accionistas inyectan tres millones de euros para pagar las nóminas de enero y a proveedores

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Continúa el vía crucis de Unipost. La compañía ha conseguido un pequeño balón de oxígeno, pero no será suficiente para zanjar sus problemas de liquidez. Los accionistas, con la familia Raventós –dueña de Codorníu– y el grupo Deutsche Post a la cabeza, han aprobado un rescate in extremis para el mayor operador postal privado del país. Inyectarán en la sociedad tres millones de euros para pagar la nómina de enero a sus 2.600 trabajadores y cumplir con los pagos a proveedores.

Sin embargo, todavía quedan pendientes algunos retrasos –como la mitad de la paga extra de junio y la totalidad de la de diciembre– que encallan las negociaciones con los sindicatos. “Aunque entendemos que hay que cubrir la nómina de este mes, queremos que la ampliación de capital garantice también la deuda contraída dese hace ocho meses”, subraya el portavoz de UGT, Carlos Alejo, tras la reunión que se ha celebrado este jueves entre la dirección y los representantes sindicales.

Una huelga que se suma a los problemas de liquidez

Y, por si no fuera poco, a la asfixia económica de Unipost se suma una huelga indefinida, convocada por CGT, que se prolonga desde el pasado 20 de diciembre y que ha afectado al envío de misivas y paquetes. Los paros, según apunta el sindicato, seguirán si la dirección no da marcha atrás en sus pretensiones de bajar el sueldo y despedir a algunos trabajadores. “No sabemos si ganaremos o perderemos, pero seguiremos luchando”, señala el secretario del sindicato, Emilio Gómez, quien lamenta la vuelta de algunos trabajadores a sus puestos de trabajo tras tres semanas de paros.

Mientras, la dirección de Unipost cree que esta vía no es la más adecuada para solucionar el bache por el que atraviesa, fruto de una crisis económica que afecta con especial virulencia al mercado postal. De no conseguir un acuerdo con los empleados y reducir los costes de personal, la compañía está condenada a la insolvencia.

Habrá un segundo rescate si se bajan los sueldos

Los primeros pasos que ha dado la empresa tienen como fin asegurar los pagos preventorios. La dirección vincula un segundo rescate por parte de los accionistas –de seis millones de euros– a un acuerdo con los trabajadores que permita un ajuste salarial. Aunque el personal no está dispuesto a ceder, de momento. “Exigimos que sean sus accionistas los que hagan un mayor esfuerzo, demostrando que son los primeros que creen en el proyecto”, reclama Comisiones Obreras (CCOO) en un comunicado.

Con todo, la dirección esperará antes de realizar un nuevo movimiento a la respuesta de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos sobre el ajuste próximo al 10% que pretende aplicar Unipost este año. Si se produce una negativa a la rebaja, la compañía volverá a emplazar a los sindicatos a una reunión para llegar a un acuerdo que le permita seguir con la actividad. Si la postura de la Comisión es positiva de cara al ajuste, éste se aplicará para dar paso después a un expediente laboral de extinción. La postura de Unipost es prescindir de más de 400 puestos de trabajo y pagar las indemnizaciones con la segunda ampliación de capital que afrontarán los Raventós y Deutsche Post.

Economía Digital

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