Semon baja la persiana de la tienda de la plaza Bonanova

La firma catalana de la familia Vidal cierra el establecimiento un año después de su apertura

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Semon no atraviesa por su mejor momento ya que la crisis también ha calado en la gastronomía gourmet. La compañía catalana de la familia Vidal que dirige la hija de la matriarca María Vidal, Montse Tarrida, tiene problemas de tesorería y eso se ha traducido en el cierre de establecimientos. Primero fue su restaurante japonés –en septiembre de 2012– y ahora, tan sólo un año después de su inauguración, baja la persiana de la tienda de la plaza Bonanova, en la zona alta de Barcelona.

“La hemos tenido que cerrar porque no ha sido lo que se esperaba”, detallan fuentes de esta empresa familiar a Economía Digital. Y es que las reducidas ventas han ahogado el que fuera uno de los últimos sueños de Tarrida que ha reducido ahora su negocio a tres tiendas –dos en Barcelona y una en Madrid– y a dos restaurantes en la capital catalana.

“El problema ha sido la poca rentabilidad del local”, explican desde Semon. Sin embargo, las mismas fuentes apuntan a que el gasto que hizo el grupo para abrir este espacio gourmet no fue excesivo ya que lo ocupaban en régimen de alquiler. “Gran parte de la inversión inicial se ha recuperado con la maquinaria y el mobiliario. Lo único que se ha perdido ha sido el dinero que se destinó para las obras que se realizaron en el establecimiento”, subrayan.

Previsiones pesimistas

A la espera de cerrar el ejercicio 2012, la firma no se muestra muy positiva. “En 2011 registramos pérdidas y no se espera que el último año haya sido bueno”, comentan fuentes de Semon. Y es que las cosas se han torcido para esta compañía que ha celebrado recientemente su 50 aniversario. En 2011 esperaban conseguir una facturación de ocho millones que finalmente se redujo a tan sólo seis.

Los espacios de la firma que mejor aguantan el tirón son los que llevan mucho más tiempo abiertos y que, por tanto, ya cuentan con unos comensales fieles. Además, según fuentes de la compañía, también funciona el servicio de catering que ofrece desde sus diferentes puntos de venta para eventos y fiestas especiales.

Aunque estos establecimientos no han conseguido tirar del carro. Por ello, además de perder los dos últimos establecimientos que había abierto, Semon ha aplicado una rebaja salarial de hasta un 15% a toda su plantilla. Son malos tiempos para la gastronomía de alto copete.

Economía Digital

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