Slim ya sólo puede ganar dinero en FCC si los bancos ceden

El magnate mexicano, con el 61% del capital, negocia la reducción del 4% de interés que pende sobre 3.250 millones de deuda

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Se van a cumplir dos años desde que el empresario azteca Carlos Slim iniciara la toma de control de FCC, y las cuentas del grupo de construcción y servicios, tanto de la matriz como de sus participadas Realia y Cementos Portland, no acaban de enderezarse. Al menos, no del todo como para empezar a ganar dinero, vía dividendos, y poder así, sacar lustre a los, entre unas cosas y otras, más de 1.000 millones de euros aportados.

Ampliaciones de capital, opas, exclusiones bursátiles, apoyo financiero interesado a Esther Koplowitztodavía segunda accionista de FCC, hasta ver si, en 2020, es capaz de devolver los 800 que adeuda a BBVA y Bankia–, compras de acciones en el mercado… Todas las vías posibles para  quedarse con, prácticamente, el 100% del capital de todo el grupo. Ahora, ya cuenta, tras la última ampliacion, con más del 61%.

Recuperar el dividendo cuanto antes 

Y, para ganar dinero, o sea cobrar dividendo, todo pasa por cambiar las condiciones que, en abril de 2014, pusieron sobre la mesa los acreedores para refinanciar 4.500 millones de euros, incluido un tramo convertible en acciones de 1.612 millones de euros al que la constructora recurrió para evitar el vencimiento del grueso de la deuda. 

Tanto un tramo como otro vienen han venido lastrando las cuentas cada ejercicio por los intereses de entre el 4% y el 5% que soportan.

Gastos financieros amortiguados con 4.400 millones de deuda

Gastos financieros superiores a los 350 millones de euros en 2014 y 2015, que junto a grandes provisiones por minusvalías de activos, se comieron en esos dos ejercicios los más de 800 millones de ebitda conseguidos tras facturar en torno a los 6.400 millones de euros.

De cara al final del presente ejercicio, y a la vista de los apenas 2.900 millones ingresados hasta junio, tampoco será posible elevar ese ebitda –si es que lo hace–por lo que no queda otra que reducir la factura financiera.

En este sentido, Slim ya ha dado pasos paliar este agujero. Así, al final del primer semestre, los gastos financieros se redujeron un 31%, hasta 120 millones, gracias a los 1.070 millones menos de deuda.  

En su mayoría por los 708 millones que entraron en caja tras la última ampliación de capital, pero también por el cobro del anticipo correspondiente a la terminación y puesta en marcha de la planta de reciclaje e incineración de Buckinghamshire. 

Reducir interés del préstamo sindicado

De esta manera, quedan 4.400 millones de deuda, de los que el 75% forman parte del tramo A del préstamo sindicado que vence en abril de 2018, pero que Slim está empeñado en refinanciar antes de que acabe el presente ejercicio para reducir, a aproximadamente la mitad, ese 4% de interés que desajusta todo el balance.

Además de mitigar el interés, el magnate mexicano también quiere plantear a los bancos acreedores la modificación de la ratio entre deuda financiera y ebitda para volver a recuperar el dividendo, desaparecido en 2013 bajo la presidencia de Baldomero Falcones, que derivó en el despido de éste, en la ruina de Esther Koplowitz y en la llegada de Slim como salvador del grupo en 2014. 

La ratio endemoniada

Entonces, esa ratio quedó fijada en la reducción de la deuda financiera por debajo de cuatro veces el ebitda, siempre y cuando este no baje de 750 millones de euros. Este último hito, de momento,  se cumple, pero se requiere, además, reducir el nominal de la deuda en otros 1.500 millones, para dejarla en el entorno de los 3.000 millones de euros.

A partir de aquí, nada se descarta. Hasta incluso se ha valorado la posibilidad de que FCC acuda al mercado para captar unos 1.200 millones de euros, como una vía para reducir el principal del préstamo sindicado, y de esa forma cumplir con la ratio para recuperar el dividendo. 

Director financiero de confianza

En este marco de negociación, Slim ha considerado oportuno cambiar de director financiero. Así, Víctor Pastor ha dejado sus funciones a Miguel Martínez Parra, que el empresario azteca  ya había colocado previamente como director de Administración y Finanzas. 

De manera paralela a la renegociación de esta deuda principal, Slim no pierde ojo con sus participadas Realia y Portland.

Realia y Cementos Portland

En la inmobiliaria, tras pagar la deuda ligada al negocio promotor, debe afrontar ahora el apalancamiento de 750 millones de la actividad patrimonial, que vence en abril de 2017.

Y en la cementera, además de esperar a que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), autorice la opa de exclusión bursátil, el pasado agosto firmaba un préstamo sindicado de 535 millones como paso previo para rematar la reestructuración de 1.114 millones de euros de deuda, el grueso de su pasivo, que venció a finales de julio. También ha liquidado una emisión de bonos de 414 millones que le costaba un 6,5% anual.

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