Springwater compró Miró sin analizar sus cuentas

El dueño del fondo de capital de riesgo culpa al exceso de plantilla de la última quiebra y lamenta haber comprado una empresa "sobredimensionada"

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El fondo de capital de riesgo suizo Springwater, que ha comprado en España empresas variopintas como Pullmantur, Wamos y Unipapel, ha admitido que adquirió Miró en 2014 sin haber analizado al detalle sus cuentas. Además, el dueño del fondo, Martín Gruschka, culpa de la tercera suspensión de pagos de la empresa al exceso de plantilla.

«El juez del anterior concurso nos pidió mantener a un número de trabajadores alto. Entendemos que su intención era salvar la mayor cantidad de puestos de trabajo, pero esa fue una de las principales causas de que la empresa no haya salido adelante», explicó Gruschka a Economía Digital.

Los dueños de la empresa aseguran que Miró no pudo remontar la crisis económica, los altos índices de desempleo y el deterioro de la marca tras dos concursos de acreedores (2011 y 2014). Pero el administrador concursal apunta también a otras causas del nuevo fracaso empresarial, entre ellas, a que Springwater usó activos de Miró para comprarla.  

«Es el propio patrimonio social de la concursada (Miró) el que en ultima instancia financia la adquisición del negocio por parte de Springwater. Si ello fuese así, estaríamos ante un supuesto clásico de asistencia financiera que se está analizando al detalle para valorar su legalidad», explica el administrador concursal de la empresa en un informe al que ha tenido acceso Economía Digital.

La tercera caída

Springwater absorbió Miró en 2014 en pleno concurso de acreedores. Dos años después, y tras una nueva suspensión de pagos, el administrador concursal cree que el fondo de capital riesgo presidido por Gruschka usó los activos de Miró para comprarla.  

Es una práctica conocida como asistencia financiera permitida en algunos países como Alemania pero prohibida por la ley española de sociedades de capital. Pero Springwater cuenta con una defensa: asegura que no compró Miró sino sus activos. Además, pagó tres millones por la empresa en 2014.  

El administrador concursal también achaca a los dueños de Miró haber usado a la compañía como medio para financiar las otras empresas del grupo. Con escasos recursos, la empresa terminó con tiendas y almacenes vacíos. Y sin lavadoras ni neveras que vender, la caída se precipitó.

Doce responsables de compras

Miró mantuvo a 12 responsables de compra cuando los almacenes de la compañía estaban prácticamente vacíos, según explica en su informe el administrador concursal. «Es cierto. Sobraba la mitad de la plantilla para que la empresa fuese viable», agrega el dueño de la compañía.

Springwater asegura que su intención es llegar a un acuerdo con nuevos socios para reflotar le empresa y negó que su intención sea liquidarla. 

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