Uber y Volvo se lanzan a por el dominio del coche automático

Las dos empresas invertirán 300 millones de dólares para desarrollar coches autónomos. Uber había comprado antes una firma de tecnología para camiones automáticos

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Todavía es pronto para saber si el coche automático será el futuro de la automoción. Pero Uber no se quiere quedar fuera de carrera, quiere ser protagonista, y se ha asociado con Volvo para desarrollar un modelo que no necesite de la mano humana para llegar a su destino.

Volvo, que pertenece a la china Geely, firmó una alianza con Uber para invertir 300 millones de dólares (264 millones de euros), que cada empresa financiará en partes iguales. La automotriz lo aplicará para desarrollar características autónomas en su modelo XC90 SUV, y luego Uber comprará los vehículos a Volvo, los cuales adaptará con un sistema de conducción automática para sus necesidades específicas de transporte y de viajes compartidos.

Esta joint venture competirá con los prototipos de otras marcas, como Google, Ford o Tesla. La empresa de Elon Musk sufrió un varapalo hace casi dos meses, cuando falleció un conductor por usar el sistema automático del coche.

Pittsburgh es el laboratorio de los nuevos coches

Volvo no pretende que sus coches viajen vacíos: el plan piloto se implementará en Pittsburgh, donde los usuarios podrán conocer este servicio. Allí habrá un conductor, que tomará los mandos en caso de ser necesario, pero la idea es que la mayoría de las funciones de conducción sean automatizadas.

La inversión también será destinada al desarrollo e investigación de hardware, como los sensores para detectar el tráfico y obstáculos, además de software para la dirección automática de los vehículos.

El acuerdo no impide que tanto Volvo como Uber se alíen con otras firmas. Las plantillas  se mantendrán cada una en su empresa, en lugar de ser compartidas.

Uber también quiere tener camiones automáticos

Pero Uber va a por todas: la tecnológica anunció que ha comprado una participación mayoritaria de Otto, una empresa que desarrolla tecnología de conducción automática en camiones. Esta compañía estuvo realizando pruebas para un «piloto autómatico interestatal», que permitiría a un conductor tener un sueño ligero en sus cabinas mientras el camión circula por carreteras.

La obsesión de Uber por esta tecnología se remite a un año atrás, cuando contrató a varios investigadores en robótica de la universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, donde tiene su sede central. El grupo está conducido por Jeff Holden, quien antes había pasado por Amazon y Groupon.

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