Un detective para seguir a los sindicalistas de EMTE en Girona

Los trabajadores se imponen a la dirección del grupo en un rocambolesco conflicto que termina en los juzgados de Figueres

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El presidente del comité de empresa de EMTE SAU (la filial de Girona de la multinacional de la familia Sumarroca), Jesús Márquez, se dio cuenta a finales de julio que un coche le seguía mientras se dirigía a la central de Comisiones Obreras (CCOO) de Girona desde su casa, situada en la comarca vecina del Alt Empordà. Sus compañeros del sindicato le animaron a que denunciara el presunto acoso ante los Mossos d’Esquadra. Un mes después, descubriría el por qué del misterioso vehículo que le acompañaba: la cúpula de EMTE había contratado a un detective privado para tener constancia de sus movimientos.

Márquez lo supo cuando EMTE le abrió un expediente para esclarecer el uso que hacía de sus horas sindicales, el tiempo de libranza que tienen los representantes de los trabajadores para realizar su acción de fiscalización. Finalmente, decidió aplicarle una sanción de 21 días de suspensión de sueldo y trabajo acusándole de uso fraudulento del tiempo de liberado e intentar engañar a la compañía. El caso acabó en los tribunales de Figueres (Girona) y, en el juicio celebrado el pasado 22 de noviembre, sus sospechas se confirmaron.

El pasado lunes, el magistrado de la sala de lo Social número 1 de la localidad dio la razón a los trabajadores. La empresa no tuvo que devolver el importe de la sanción, ya que no la llegó a aplicar.

Problema de plantilla

“Nunca pensamos que la mala leche de la empresa llegara a este punto”, afirma el secretario general de Industria en Girona, Josep Serra, en declaraciones a Economía Digital. Recuerda que en la mayoría de conflictos laborales que han tenido lugar en EMTE SAU siempre se ha tendido al pacto. Este 2012, incluso acordaron un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal que afecta a toda la plantilla.

Uno de los últimos encontronazos con la cúpula de la compañía fue, precisamente, por el uso de los dos días y medio al mes que disponen los representantes del comité de empresa como horas sindicales poco después de la sanción a Márquez. Tras este último ajuste laboral, la compañía les reconoció un problema de falta de mano de obra cuando faltaban los sindicalistas. Pactaron que se concentrarían en un día concreto para minimizarlo, pero EMTE quería ir más allá. Según los representantes de los trabajadores, la cúpula afirmó que «retiraría la sanción si se negociaba otro sistema de horas sindicales”. Pero el conflicto ha acabado judicializado.

“Lo que ha pasado marca un antes y un después en las relaciones entre la dirección y el comité, por lo menos en lo que respecta a CCOO”, sentencia Serra.

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