Xavier Queralt, el tercer (o segundo) banquero de Catalunya

El director regional de BBVA deberá pilotar la integración de Unnim y se convertirá en uno de los ejecutivos bancarios más poderosos del territorio catalán

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Nadie le discute a Isidre Fainé su papel de número uno, de hombre predominante y preeminente en el mapa bancario catalán. Faltaría más: sus números son incontestables y tanto da si la fuente es propia de La Caixa o de sus competidores. La potencia que la antigua caja de ahorros tiene en materia financiera es una de esas realidades indiscutibles a las que nadie tiene capacidad, ni ganas, de oponerse.

Una vez resuelta la incógnita de quién es el banquero catalán más poderoso, la pugna por el dignísimo segundo puesto tiene muchos más contendientes. Hasta la fecha, calculando las magnitudes en términos de depósitos, de créditos (vamos, de pasivo o de activo), el presidente de CatalunyaCaixa, Adolf Todó, es el indiscutible número dos del mapa bancario de Catalunya.

Eso ha sido así hasta el que el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), tomara una participación del 92% de CatalunyaCaixa y el 100% del capital de Unnim. La primera entidad era fruto de la fusión de las cajas de ahorro de Tarragona, Manresa y, por supuesto, la antigua Caixa de Catalunya. En el caso de Unnim, en cambio, la entidad había nacido hacía apenas un año de la suma de las cajas de ahorros de Sabadell, Terrassa y Manlleu.

Concentración del sector

Ya no quedan cajas de ahorros, entendidas a la antigua usanza, en Catalunya. Curiosamente, en España todavía queda algún espécimen que no ha sucumbido todavía al proceso de concentración que vive el sector.

En la última semana, el BBVA ha sido agraciado con la concesión de la propiedad de Unnim. ¿El precio? Un euro. ¿Las condiciones? Ventajosas para el banco que preside Francisco González: se le dan ayudas públicas que equivalen a unos 5.400 millones de euros para afrontar los pasivos ocultos que esta compra pueda suponer.

Experiencia asiática

El BBVA se ha quedado con Unnim y su director regional, Xavier Queralt Blanch (Barcelona, 1959), será el nuevo hombre fuerte del mapa bancario barcelonés. Queralt, pese a su catalanísimo apellido, es un hombre vinculado desde sus inicios profesionales al banco vasco. Tras licenciarse en Derecho y realizar un MBA en la hoy discutida escuela de negocios Esade, Queralt se incoporó al BBVA de entonces en Japón.

Antes que cura fue monaguillo. Es decir, antes que banquero tradicional ejerció de broker en la oficina de Tokio del grupo donde se ocupaba de intermediar bonos y acciones. Corrí el año 1988 y, con apenas 29 años iniciaba una carrera que había de llevarle hasta convertirlo en el tercer banquero de Catalunya, con amplias posibilidades de ejercer incluso de segundo.

No es hasta 1990 cuando Queralt vuelve a Barcelona. Su carrera profesional lo convierte en director de cuenta senior en la división de banca corporativa del grupo en la Ciudad Condal. Cuatro años ejerció esas funciones hasta que, en 1994, se convierte en el responsable de banca corporativa del banco en Lisboa. Un español en Portugal, casi un elefante en una cacharrería… Tres años después vuelve a territorio español donde se convierte en el nuevo director de desarrollo de negocio y banca corporativa global. Dos años después, de vuelta a su ciudad natal, Queralt se ocupa de la banca corporativa en la capital catalana.

Largo recorrido dentro del BBVA

Siempre fiel a la entidad que le dio el primer empleo, el actual director regional es llamado a Madrid en 2003 para que se ocupe de la banca corporativa de España y Portugal. Dos años después, y también con cargo de director general, Queralt es designado responsable de productividad comercial del BBVA en España.

En 2008, por fin, se instala en la sede central del banco en Plaza de Catalunya con amplios poderes sobre el grupo de FG y en sustitución de Pedro Fontana, cuya salida del banco ha sido uno de los asuntos más comentados (y no siempre de forma favorable) del mundo empresarial y financiero barcelonés en los últimos años. Su cargo, el que todavía mantiene, le da derecho a chófer y coche oficial de la entidad es la de director regional del banco en Catalunya.

La duda es si Queralt se conformará con el tercer puesto de banqueros influyentes de la comunidad o si, por el contrario, decidirá avanzar posiciones. El BBVA, tras la compra de Unnim, es el segundo grupo catalán por cuota de negocio. La Caixa posee entre el 52% y el 53% de los clientes catalanes. Le sigue CatalunyaCaixa con una cifra que oscila entre el 22% y el 23% y, a una cierta distancia, la suma de Unnim y BBVA, que totaliza el 15,3% de los clientes catalanes.

Si BBVA acaba optando a la compra de CatalunyaCaixa, su papel en el mercado financiero catalán será superior al 35% y sólo estará superada en número de usuarios por parte de La Caixa, que mantiene una hegemonía incontestable en su territorio natural. Queralt puede convertirse, de repente, en uno de los ejecutivos bancarios más relevantes de Catalunya, incluso si su aventura queda limitada a la compra de Unnim.

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