BPA mantiene a ‘miles’ de españoles con dinero sin regular

Durante el proceso de adjudicación se facilitó a los posibles postores información ''deficiente'' de los clientes del banco, por contener datos y balances desfasados

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JC Flowers, un fondo de inversión norteamericano, se ha adjudicado Vall Banc, la entidad puente donde se concentran los activos sanos de Banca Privada de Andorra (BPA), porque ninguno de los cuatro bancos del país –Andbank, Crèdit Andorrà, Mora Banc y el Sabadell– presentó una oferta formal de compra. ¿Por qué?

Fuentes bancarias andorranas apuntan que la compra de Vall Banc les generaba «demasiadas dudas» en diferentes ámbitos. El principal tiene que ver con el origen de buena parte de los saldos contenidos. Prevén, por tanto, más conflictividad judicial, al margen de la que impulsen los antiguos accionistas de BPA, los hermanos Cierco.

Por otro lado, la gran mayoría de los titulares sin puerta trasera ya operan con los otros cuatro bancos del país. El gobierno andorrano presionó al sector para que se quedaran Vall Banc, pero todos huyeron. Solo dos fondos de inversión internacionales, JC Flowers y Socrates Capital, se atrevieron a participar en el concurso.

Los Cierco impugnan

Los hermanos Higini y Ramon Cierco, principales accionistas de BPA, han presentado una batería de pleitos judiciales ante los tribunales de Andorra, España –por la intervención de su filial Banco Madrid– y los Estados Unidos. También han impugnado la reciente adjudicación de Vall Banc y se reservan la posibilidad de emprender acciones contra JC Flowers.

Un analista financiero asegura que, ante este panorama judicial, solo dos fondos de inversión extranjeros «avezados» a este tipo de conflictos se han atrevido a lanzarse por BPA.

Las fuentes bancarias consultadas subrayan que la compra de Vall Banc les aportaba «pocas ventajas», porque la inmensa mayoría de los clientes «sanos» de la antigua BPA han pasado o son compartidos por los otros bancos andorranos, y un «elevado riesgo».

Miles de españoles en BPA

Estas fuentes añaden que el proceso de data room, por el que se les facilitó la información de los clientes de BPA, presentaba «deficiencias» por contener datos y balances desfasados. Por ejemplo, no se precisaban los clientes internacionales de BPA, en su mayor parte españoles, que todavía están pendientes de regularizar con las agencias tributarias de sus respectivos países.

Los clientes extranjeros de BPA que todavía están pendientes de regularizar pueden encontrarse ante el dilema de tener que renunciar a sus saldos si no quieren que sus datos se comuniquen a la Agencia Tributaria.

Sanciones

Todos aquellos que el 1 de enero de 2017 todavía tengan cuentas en Andorra sin regularizar, su situación se comunicará a las autoridades tributarias de sus países de origen a partir del siguiente año.

Las fuentes consultadas cifran en «millares» los españoles con cuentas en BPA pendientes de regularización. En la mayoría de los casos, las sanciones que se les podría imponer superarían los saldos de sus cuentas.

Los bancos andorranos no aceptan a los titulares de estas cuentas e, incluso, se ha invitado a algunos de sus clientes pendientes de regularización que hagan este trámite antes de acabar el año o se vayan. En BPA quedan muchas cuentas que no se han traspasado a Vall Banc. Si sus titulares no las regularizan, perderán el dinero.

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