Detroit, la mayor urbe en suspensión de pagos de Estados Unidos

El centro de la industria automovilística del país no puede afrontar una deuda que supera los 15.000 millones de euros

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El corazón de la industria automovilística de Estados Unidos, la ciudad de Detroit, se ha parado. La ciudad ha decidido declararse en suspensión de pagos porque es incapaz de devolver una deuda que supera los 15.000 millones de euros.

Es el municipio más importante que se acoge a la ley de insolvencias estadounidense. La cuna del motor no ha resistido el envite de la competencia China, el competidor que ha dado la puntilla a una industria cuyos problemas se remontan a los años 70. El punto más bajo lo vivió en 2009, cuando la todopoderosa General Motors declaró la quiebra al calor de la crisis económica mundial.

Ayudas públicas

El grupo se reestructuró y sólo se quedó con los activos más importantes, además de recibir una inyección económica del Gobierno de Barack Obama para salir a flote y recuperar el liderazgo mundial, que se disputa con el gigante alemán Volkswagen y la japonesa Toyota. Que esta empresa no desapareciera era básico para la continuidad del municipio, es la piedra clave de toda la economía local.

Obama designó el pasado marzo a Kevyn Orr administrador especial de Detroit para intentar evitar la suspensión de pagos. Sus negociaciones con los acreedores han sido infructuosas. Ahora, empezará a reestructurar sus deudas y pactarán quitas. “Mientras los líderes sobre el terreno en Michigan y los prestamistas entiendan que deben encontrar una solución al grave desafío financiero de Detroit, seguimos comprometidos con continuar con nuestra fuerte alianza con Detroit”, ha manifestado la portavoz de la Casa Blanca, Amy Brundage.

En este punto se debe tener en cuenta la diferencia entre las insolvencias en Europa y al otro lado del Atlántico. En Estados Unidos no son procesos dramáticos ni significan la liquidación. De hecho, ya existen experiencias previas en insolvencias municipales e incluso se ha adaptado la ley en este sentido. Zonas a priori ricas, como el condado de Orange Country (California), cuyos altos niveles de vida se plasmó en una serie juvenil que tuvo mucho éxito en 2003, ya suspendieron pagos en su día sin más.

Conflicto social

El proceso ocurre con la lacra del conflicto social de fondo. El centro histórico de Detroit está abandonado y los precios de las viviendas en esta zona han caído en picado. El conflicto racial ha explotado en los suburbios, con una mayoría de población de color que rechaza de frente a las élites dominantes blancas.

La corrupción también está presente y el ex alcalde del municipio, Kwame Kilpatrick, está en la cárcel. Los medios locales recuerdan otra cifra demoledora: el 36% de la población de Detroit, que llega a los 700.000 habitantes, vive por debajo del umbral de la pobreza.

Economía Digital

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