El plan de Caixa Catalana para burlar al Banco de España

La futura cooperativa de crédito del independentismo catalán planea una emisión de títulos de deuda para capitalizarse

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Caixa Catalana será el nombre comercial con el que operará Catalana de Serveis Financers SCCL, una cooperativa de crédito impulsada por declarados independentistas que se constituirá formalmente en una asamblea convocada para el próximo 3 de septiembre.  

Para obtener la licencia bancaria que le permita operar en el mercado financiero, Caixa Catalana no prevé solicitarla al Banco de España, que sería el curso habitual en estos casos, sino integrarse en una «alianza» de cooperativas de crédito de diversos países de la UE que será la encargada de tramitarla ante el Banco Central Europeo (BCE).  

En declaraciones a Economía Digital, Joan Olivé, presidente de Caixa Catalana, indica que mantienen conversaciones con directivos de cooperativas de crédito de Bélgica, Croacia y Francia para constituir una «alianza», liderada por una entidad francesa, que será la que les prestará asesoramiento y apoyo técnico.  

La belga NewB es su modelo  

Esta «alianza» se encargará de tramitar la licencia bancaria de Caixa Catalana y de otras cooperativas de crédito asociadas ante el Banco Central Europeo. «No nos la pueden negar», asegura Olivé, que mantiene en secreto el nombre de la entidad francesa que lidera el proyecto.  

Una de las cooperativas de crédito que se integrarían a esta alianza es la belga NewB, que los impulsores de Caixa Catalana consideran que es el modelo a seguir. NewB reúne a cerca de 130 empresas y unos 50.000 clientes individuales.  

Buscan 50.000 impositores que aporten 100 euros cada uno  

Aunque el BCE concediera la licencia bancaria, Caixa Catalana debería efectuar una ampliación de capital cercana a los 5 millones de euros para poder operar como entidad financiera, un requisito que también exige el Banco de España. Por este motivo, buscan 50.000 impositores que aporten 100 euros cada uno, o 300 euros si se trata de empresas. «No es nada fácil, pero tampoco es imposible», apostilla Olivé.  

De momento, unas sesenta personas han efectuado aportaciones para tirar adelante Caixa Catalana, con las cuales se ha cubierto el capital social mínimo de 3.000 euros y los gastos de constitución. Como primer depositario aparece Jaume Gregori, de 82 años, un maestro jubilado de la comarca leridana de la Noguera.  

Joan Olivé recalca que pretenden constituir una «nueva caja», mediante la creación de una cooperativa de crédito, para financiar proyectos de autónomos y pequeños empresarios «en beneficio del país». La entidad se declara sin afán de lucro.  

Prevén una emisión de bonos a partir de los 500 euros  

Para conseguir recursos con los que financiar su actividad, Caixa Catalana prevé una emisión de títulos de deuda. El importe mínimo sería de 500 euros. Olivé insiste en que «no son bonos patrióticos», sino una emisión convencional.  

Al frente de Caixa Catalana figura su presidente, Joan Olivé, propietario de Hemisfera Solutions, una consultora de servicios informáticos de Sant Joan Despí; y su vicepresidente, Jaume Vall, profesional de banca prejubilado que ha pasado por Caixa Sabadell, Unnim y BBVA.  

Cuentan con el asesoramiento del jefe de prensa de la ANC  

En el núcleo impulsor de Caixa Catalana se encuentran diversos jubilados del sector bancario, pequeños empresarios, abogados e, incluso, el periodista y politólogo Adrià Alsina, que acaba de ser nombrado jefe de prensa de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la entidad transversal que organiza la manifestación de la Diada del 11 de septiembre y que auspició la formación de Junts pel Sí.

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