La Bolsa española se dispara: ¿Llega la recuperación?

Los inversores muestran su optimismo, pero la economía real no arranca

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El esquema se ha repetido en muchas ocasiones, pero, ¿esta vez también será similar? Los inversores consideran que los buenos resultados de los mercados financieros, las subidas en los mercados bursátiles, anticipan los crecimientos económicos del futuro. Incluso lo tienen programado, con todo tipo de gráficos.

Entre ocho y diez meses después de unos buenos resultados en la Bolsa, las inversiones en las empresas se acaban produciendo y se generan nuevos puestos de trabajo. La economía, entonces, entra en una especie de círculo virtuoso en el que todo está ya en marcha: los engranajes que parten de la inversión, trabajo, cotizaciones, disminución del déficit, consumo interno, más ingresos, más disminución del déficit, y, por tanto, crecimiento.

Los bancos marcan la tendencia

España está en la antesala de ese proceso, según el Gobierno que preside Mariano Rajoy. Los datos avalarían esa tesis, según el PP y algunos analistas e inversores, como Alex Font, inversor y profesor en la escuela de Negocios de EADA, especializado en divisas y mercados financieros. Font señala un hecho: “cuando se dice que llegará la recuperación, que llegará, que ya está aquí, al final llega, eso es seguro, y ahora estamos en esa situación”.

La Bolsa, el selectivo del Ibex 35, ha avanzado en la última semana casi 500 puntos, y se ha plantado en los 10.290, un 5% más. El sector bancario ha tirado de esa subida, con el Banco Popular como gran beneficiado, con un rebote del 20%. También CaixaBank ha subido un 12%; Bankinter más de un 11% y Bankia y Sabadell han pasado del 10% de aumento. Y los dos grandes, determinantes en el Ibex, también han seguido esa senda. El BBVA con un 6,7%, mientras que el Santander subía el 5,3%.

Lejos de los 15.945 puntos de 2007

Otros valores también han ayudado a ese significativo avance, como Red Eléctrica o Iberdrola, o FCC, ACS o Enagás. En total, el Ibex 35 ha rebotado un 71% desde los mínimos que se vivieron en los últimos años de la crisis, en julio de 2012. Sigue lejos de la cima, sin embargo, un 36% por debajo de lo marcado en noviembre de 2007, cuando se alcanzaron los 15.945 puntos. Esa cima, en todo caso, ya no es deseable: aquel momento, 2007, marcó el máximo de la burbuja en la que vivía la economía española. Difícilmente volverá.

Pero los datos de esta semana se unen a la primea subasta del año de deuda pública, muy exitosa para el Tesoro, que provocó, además, una nueva bajada de la prima de riesgo, por debajo de los 190 puntos, cuando en julio de 2012 había superado los 600 puntos. El Gobierno destaca estos avances, más un descenso del paro en el último mes de 2013, en diciembre, pese a que a lo largo del año se siguieron destruyendo empleos.

El dinero llega, pero ¿a dónde?

¿Qué está sucediendo? Alex Font, que sigue muy de cerca los mercados financieros, asegura que el capital está llegando a España de forma masiva. Que las declaraciones de Emilio Botín, el presidente del Banco Santander, al señalar que el dinero llegaba de todas partes, es del todo cierta, aunque, claro, ese dinero se coloca en determinados valores bursátiles.

El poder financiero se está recuperando. “En los próximos ocho y diez meses esta recuperación de la Bolsa se trasladará a la economía real, porque esa es siempre la tendencia, y se puede decir que la recuperación, ahora sí, llegará este año”.

Esa es su visión, la del inversor y experto que sigue todos los detalles de los gráficos. La visión del que sabe que el mercado financiero español sigue siempre la estela de Francia y Alemania, y que cuando ellos suben, España sube algo más, y que cuando bajan, la economía española se resiente también algo más.

Prima de riesgo permitida

Font augura que el índice del Ibex 35 apunta hacia los 11.400 o 11.500 puntos, y que hacia 2015 podría colocarse en los 12.500 puntos. Es decir, la confianza comienza a consolidarse, y España, en parte “porque todo es también más barato”, comenzará a remontar.

Pero los datos de la economía real no van en esa dirección. El paro, si desciende, es por la disminución de la población activa y la retirada de muchos trabajadores, que, o bien emigran, o bien buscan algunos ingresos en la economía sumergida. La deuda del Estado no se acaba de controlar, y podría llegar este mismo año al 100% del PIB.

El economista Santiago Niño Becerra, que siempre trata de poner el contrapunto, señala que el descenso de la prima de riesgo no es tan significativo. “Yo lo que digo es que España se financia ahora a un 3,75%, y Japón lo hace al 0,9%, aunque está bien que haya bajado, claro”. Pero Niño Becerra entiende que ese descenso obedece a una política determinada del Banco Central Europeo, que ha provocado descensos en todos los países, particularmente en los periféricos. Y que la menor distancia respecto al bono alemán, que es lo que mide la prima de riesgo, no es tanto porque baje la española, como por el aumento de la alemana.

Las auditorías del BCE

De hecho, la prima de riesgo española subió de nuevo el pasado viernes, y se quedó en 196 puntos, porque la alemana, ese día bajó de forma significativa: un 3,04%.

Es decir, para algunos expertos, la clave es lo que quiera hacer la Unión Europea, y por ahora se ha decidido una especie de letargo, con el objetivo de ganar tiempo. ¿Hasta cuando? Niño Becerra señala que la clave es la nueva auditoría que prepara el BCE sobre la banca europea.

Y el problema no será tanto España, examinada hasta cuatro veces, como la banca alemana. “Si se descubren cosas negativas, que las hay, entraremos en problemas serios”, advierte. La idea es que se deberá, en algún momento, pensar en medidas más contundentes como quitas de deuda, algo que, de nuevo, ya está pidiendo Grecia, que ostenta en 2014, paradojas de la vida, la presidencia de turno de la Unión Europea.

Las empresas se desendeudan

Font insiste en que el capital llega desde todos los lados. Esa es una evidencia, y que podría paliar el enorme endeudamiento de la economía española, tanto en el sector público como en el privado. Si las empresas se desendeudan, y lo están haciendo, vendiendo activos a precios atractivos, se podría pensar en posteriores inversiones. Pero eso, por ahora, queda lejos.

Es la hora de las inversiones en Bolsa. ¿La recuperación? Habrá que esperar.

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