Las pérdidas temporales no justificarán despidos objetivos

El Gobierno suaviza la reforma laboral para pactar las jubilaciones

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Las pérdidas económicas de las empresas que sean «coyunturales» no justificarán los despidos objetivos, con indemnizaciones de 20 días por año trabajado. Así consta en un borrador del reglamento de la reforma laboral, que el Gobierno ha remitido a los sindicatos para que lo estudien. Esta cuestión se añade a otros que ahora mismo están sobre la mesa en las negociaciones que llevan a cabo el Ejecutivo de Zapatero y los sindicatos y que se han ampliado con interlocutores y temas. en este sentido, la contrapartida seria acercar posiciones en la jubilación a los 67 años.

Las empresas deberán justificar pérdidas económicas estructurales, es decir, continuadas y no meramente temporales, para reducir la plantilla con despidos objetivos, que tienen una indemnización de 20 días de indemnización por año trabajado.

Esta es de momento la intención del Gobierno, que ha plasmado en el borrador del reglamento de la reforma laboral que ha entregado a CCOO y UGT para la analicen. El ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió a pactar con los sindicatos el desarrollo de la reforma laboral que finalmente aprobó unilateralmente y que luego validó el Congreso.

Este borrador concreta y suaviza uno de los aspectos más polémicos de la reforma laboral. Los empresarios deberán aportar los resultados de los dos últimos ejercicios auditados, las cuentas provisionales y los criterios de estimación de las pérdidas, entre otras informaciones, para justificar que las pérdidas son continuadas en el tiempo y ponen en peligro la viabilidad de la empresa.

Los sindicatos no se han pronunciado de momento porque consideran que donde deben valorar es en el marco de la negociación con el gobierno español. Sin embargo, han dicho que un reglamento «no cambia la ley».

Además de la regulación del despido, el gobierno español y los sindicatos tienen sobre la mesa otras cuestiones como la reforma de las pensiones o la negociación colectiva, unas reformas que el presidente Zapatero se comprometió a terminar «con consenso o sin él». A pesar de esta advertencia del jefe del Ejecutivo, los máximos líderes de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, han descartado de momento una huelga general en enero porque ven «voluntad de acuerdo». Las partes han consensuado abrir las negociaciones con otros actores, como la CEOE- ahora con un nuevo líder, Joan Rosell – e intentar buscar lo que llaman un «pacto social».

Economía Digital

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