Linde reclama a los bancos que se refuercen “todo lo posible”

El Gobernador del Banco de España rechaza que se pueda caer en deflación y alaba el papel del BCE

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Expectación. El Cercle d’Economia lleno, como en las grandes ocasiones. El Gobernador del Banco de España, Luis María Linde se dispone a analizar la situación del sistema financiero, con la idea de apuntar por dónde puede llegar la recuperación económica. Y al mundo económico y empresarial catalán le interesa sobremanera. El sector exterior es ya la clave para España, y las empresas catalanas lo lideran.

Pero, ¿presencia del Gobierno catalán? Nula. El conseller de Economia, Andreu Mas-Colell regresaba de su viaje a Israel, y no pudo asistir. Del resto de consellers, nada, salvo un ex conseller, Francesc Xavier Mena. ¿Presencia de dirigentes políticos del arco parlamentario? Tampoco, salvo el diputado de CiU, Antoni Fernández Teixidó. Poco más. No hay una buena conexión entre el Cercle y el Govern de Artur Mas, por ahora, a las puertas de que Antón Costas sustituya a Josep Piqué en la presidencia del lobby empresarial.

Examen a los bancos

Pero Linde no estaba tampoco para grandes reflexiones políticas, porque su cometido es otro. Y a ello se explayó, señalando que España ha acometido una transformación de su economía de gran envergadura, después de perder entre un 7% y un 8% de su PIB desde el segundo semestre de 2008 a 2013, con una pérdida de la masa de asalariados del 20%. Y con una doble recesión.

La salida, por tanto, está cercana, aunque “será lenta”. Linde considera que el factor más decisivo para que España pueda crecer de forma sólida es la fortaleza de su sistema financiero. Y reclamó a los bancos que se refuercen “todo lo posible” en sus balances y de forma rápida, aunque se ha mostrado convencido de que el examen a la banca europea –y con ella a las principales entidades españolas en 2014– por parte de las autoridades europeas será satisfactoria, en línea con el ministro de Economía, Luis de Guindos.

“La banca española es de las más transparentes, el Banco de España publica datos sobre el sistema financiero que no hace ningún otro país, y, por tanto, es muy conocida”, ha asegurado, con la idea de que no debería haber más problemas. Pero, Linde ha insistido en que “cualquier recuperación exige un sistema bancario sólido, capaz de afrontar las dificultades y que genere confianza en los mercados», y aunque los bancos españoles se han reforzado muchísimo estos dos años, “lo tienen que seguir haciendo”.

Sin deflación

El mensaje, por tanto, fue claro, aunque comporte una mayor lentitud en la salida de la crisis. Antoni Zabalza, el presidente de Ercros, incidió en esa tesitura. “¿Cómo se podrá salir, con un crédito limitado, teniendo presente una situación que comportará muchas penurias?”, le preguntó. El crédito, a juicio de Linde, sí llega a los sectores y a las empresas que son competitivas, como las que están volcadas al sector exterior. Por tanto, para el Gobernador del Banco de España, el crédito debe ser selectivo, y no volver a apostar por sectores como el inmobiliario.

Pero Linde llevaba otros mensajes. La economía española no entrará en deflación, y cerrará el año en un porcentaje cercano al 1%, aunque se haya conocido que la tasa interanual, en octubre, fue negativa, del 0,1%, la primera vez en cuatro años.

Ese inflación moderada debe ayudar, según Linde, a la recuperación, al mejorar la competitividad y atenuando la devaluación interna, con la bajada de salarios.

La evolución de España ha permitido, por tanto, con el buen comportamiento del sector exterior, cifras impensables desde “hace décadas”. Linde ha recordado que la aportación positiva del sector exterior al PIB estará cerca del 2% en 2013.

Reformas y reformas

Sin embargo, el esfuerzo “reformador” se debe mantener para que España pueda seguir en la senda de la consolidación fiscal. Linde, pese a todo, sorprendió a la audiencia. Si la clase empresarial está dejando clara su apuesta por reducir el tamaño de las administraciones, las autonómicas y la central, el Gobernador del Banco de España expresó su convencimiento de que el ahorro conseguido “no sería determinante”.

Es decir, que pueden ser, a su juicio, decisiones necesarias para mostrar un camino a la ciudadanía, desde un punto de vista político, pero fiscalmente no arreglarían el problema.

Buenos bancos

Con el presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, a su lado, Linde destacó que los bancos españoles, en realidad, no han sufrido una crisis por sus aventuras con productos financieros sofisticados, sino por un ofrecer un gran volumen de crédito que acabó con una burbuja inmobiliaria y con una crisis económica.

“Los bancos españoles son buenos, en el sentido de que han hecho banca comercial masiva, tradicional, pero sin productos extraños en sus balances”. Oliu agradeció el gesto. “Está bien que alguien diga que somos buenos”, expresó, con ironía.

El papel del BCE y la retirada de estímulos

Pero Linde ahondó en un debate que toda la clase política y académica sigue muy de cerca. El papel del Banco Central Europeo, con su política monetaria expansiva, ha sido decisivo. Linde considera que la entidad que ahora preside Mario Draghi “ha hecho lo correcto”, discrepando de los que entienden que podría haber sido más atrevido.

Y ofreció un dato: el BCE ha expandido en un 50% sus balances, un porcentaje no mucho menor que lo que ha hecho la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco de Inglaterra. Y ahí se encontró con el apoyo del economista de la Universitat Pompeu Fabra, José García Montalvo.

El BCE está, por tanto, ejerciendo su papel, con una política monetaria laxa, que durará, porque el ritmo de la economía europea “no es el mismo que el de Estados Unidos”. En el caso norteamericano el debate se centra en cuándo se retirarán los estímulos. En Europa “este no es el problema”, según Linde, que pronostica una salida “más sencilla” que en Estados Unidos, que dé tiempo a entidades financieras y empresas para prepararse hacia una nueva etapa donde el precio del dinero sea más caro, y donde el sector privado acabe tirando del carro.

Todo ello siguiendo, además, un proceso político: el de la unión bancaria europea, que Linde considera que, pese a las dificultades, será inexorable.

¿Queda mucho para ello? Linde apuntó el camino: reformas, sector exterior, sacrificios, y una cierta paciencia.

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