Oliu destroza en público la política financiera de Montoro

El presidente del Sabadell critica duramente el reparto del déficit público; la junta del banco aprueba el dividendo y un nuevo bono ligado a la acción

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El mismo día en el que Cristóbal Montoro ha presentado los datos de déficit de 2015, culpando a las autonomías, especialmente a Cataluña y la Comunidad Valenciana, de la desviación de casi un punto por encima del objetivo marcado por Bruselas, el Banco Sabadell ha celebrado su junta de accionistas. Y Josep Oliu no se ha mordido la lengua y se ha referido al déficit para cargarse su política de reparto del déficit.  

En su discurso ante los accionistas, el presidente del Sabadell ha criticado el alto déficit público español y ha instado a las administraciones a situarlo «por debajo del 3% en el año en curso». Sin embargo, a diferencia del Gobierno, que ha responsabilizado a las CCAA, Oliu también ha apelado a Montoro y ha pedido que se reparta el objetivo de desviación presupuestaria de forma más equitativa.  

«Hace falta una asignación fiscal territorial adecuada que permita poder responsabilizar y pedir cuentas a cada administración de la eficiencia del uso de sus recursos», ha dicho Oliu sin citar ninguna administración en concreto. El objetivo de déficit de 2015 era del 4,2% del PIB, del que la administración general del estado podía utilizar 2,9 puntos, las CCAA, 0,7, y la Seguridad Social, 0,6.

Una vieja reivindicación

Varios consellers de Economia catalanes, y de otras CCAA como la valenciana, han pedido reiteradamente que se ajuste el objetivo de déficit a la proporción de gasto de las autonomías, que en el caso de Cataluña es  de un tercio. Andreu Mas-Colell ya se las tuvo con Montoro en 2013 cuando el Gobierno se adjudicó buena parte del déficit extra concedido por Bruselas. Pero aún con un déficit de un tercio del total, Cataluña superaría por mucho el objetivo, ya que cerró 2015 con un 2,7%.  

Josep Oliu ha subrayado que «reducir el déficit requiere de una conciencia política común, enfocada a la eficiencia del gasto público», ya que al alto déficit se suma una deuda que roza el 100% del PIB, «lo que impide, en gran medida, llevar a cabo políticas de gasto público». A pesar de todo ello, es consciente de que hay que conjugar la reducción del gasto con una buena prestación de los servicios públicos: «Hay que intentar mantener los objetivos políticos de bienestar dentro de las restricciones presupuestarias».

Que los bajos tipos no sean una excusa  

Sobre los históricamente bajos tipos de interés del Banco Central Europeo, del 0%, el presidente del Sabadell ha admitido que son «un elemento temporal de sostén de las cuentas públicas», pero ha pedido que no se aprovechen para no hacer los deberes en materia de reducción del déficit.  

Estos tipos de interés también tienen un impacto muy importante en los bancos y son ahora un gran reto: «Nunca habíamos previsto tipos de interés negativos, ni nuestras relaciones contractuales están preparadas ni fueron pensadas para el escenario en el que estamos entrando». Oliu ha admitido que estos tipos, con el Euríbor en negativo, «ponen presión sobre los márgenes del banco».  

Un bono ligado a la evolución en bolsa

La junta del Sabadell ha aprobado el dividendo de siete céntimos por acción, dos céntimos por encima del del año pasado, y un nuevo bonus para los directivos del banco. Se trata de un incentivo complementario a largo plazo ligado a la evolución de las acciones de la entidad. Es un plan a tres años del que se podrán beneficiar 482 directivos.

«Se trata de un sistema acorde con las prácticas internacionales, que logra un adecuado equilibrio entre los objetivos de negocio de la entidad, el esfuerzo profesional de los directivos y la evolución del valor de la entidad, constituyendo un elemento de retención de los mejores profesionales», ha defendido Oliu.

Xavier Alegret

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