CiU y ERC quieren dejar al PSC como el culpable de que no haya ley electoral

Los socialistas, Ciutadans y el PP rechazan que no se quiera cambiar el actual reparto de escaños

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¿Nueva ley electoral? Cataluña es la única comunidad autónoma que no dispone de una ley propia. Desde 1980 se rige por la ley española. Y ahora, a pocos meses de las elecciones del 27 de septiembre, la dirección de Convergència señala que los comicios se podrían regir ya por la nueva ley, y que los socialistas son los responsables de la falta de acuerdo. La presión al PSC es total, pero tampoco lo ven claro Ciudadanos y el PP, porque no cambia, apenas, el actual reparto de escaños.

El vicesecretario de CDC, Lluís Corominas, ha asegurado este lunes que la clave para que prospere la nueva ley es que combine «la proporcionalidad con el principio de territorialidad». Ese es el lema que defienden todos los partidos, pero luego son incapaces de traducirlo en un texto de forma efectiva.

Autoridad catalana para las elecciones al Parlament

La cuestión es que CiU, ERC e ICV han llegado a un principio de acuerdo, con una ley que prevé una autoridad electoral catalana, que sustituya a la Junta Electoral Central. Esa medida es la que ofrecería mayor agilidad y autonomía a los partidos catalanes, de cara a unas elecciones que se pretenden que se celebren en clave plebiscitaria sobre la independencia.

Pero el PSC no desea sumarse a la globalidad del texto, si no se cuenta con una ley electoral propia que traduzca los votos en escaños dando un mayor peso a la proporcionalidad, y, por tanto, a las comarcas con mayor población, como Barcelona y el área metropolitana.

De forma sorprendente, ICV se ha alineado con CiU y ERC, y ha acordado una serie de medidas, con el objeto de que la ley se debata en el Parlament. Habrá un envío único de papeletas de los partidos en un único sobre, para fomentar el ahorro económico; los bloques electorales en los informativos de los medios públicos serán sustituidos por un sistema en el que lo más importante sea el «interés informativo»; se introduce el voto electrónico y los diputados deberán tener dedicación exclusiva, y no podrán ser senadores.

Circunscripción única para que disminuya el peso de las comarcas

Pero falta lo más importante: la propia ley electoral. Según Corominas los socialistas son «clave» para poder sacar adelante la ley, porque se garantizaría la mayoría de dos tercios. Pero no se puede permitir, a su juicio, que se disponga de una «circunscripción única», porque «no existe en ningún lugar de Europa». Esa supuesta pretensión del PSC, según Corominas, invalidaría el actual peso que tienen las comarcas de Lleida, o de Girona, que, tradicionalmente, han ofrecido mejores resultados para los nacionalistas.

La dirección del PSC, que encabeza Miquel Iceta no desea pasar por una nueva ley que no acabe comportando un verdadero cambio. Y rechaza votar una ley cuyo único objetivo, a juicio del partido, es poner en marcha una autoridad electoral catalana, diferente a la Junta Electoral Central.

Tramitación en el Parlament

El modelo que se propone es una Sindicatura Electoral de Cataluña, compuesta por tres miembros del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, y por tres académicos elegidos por las tres quintas partes del Parlament. La presidencia se otorgaría a uno de los tres miembros de la magistratura, que tendría voto de calidad en los casos de empate.

La estrategia del bloque nacionalista es que la propuesta se debata en el pleno del Parlament, que se tramite y siga adelante, y que cada partido ofrezca su propio sistema electoral en forma de enmienda, para forzar una transacción. Pero sin el apoyo, como mínimo del PSC, no saldrá adelante, a pesar de que Cataluña no disponga de una ley propia desde 1980.

 

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