CiU y ERC se conjuran para ingresar 150 millones por Sucesiones pero no saben cómo

Los fiscalistas dudan de la eficacia recaudatoria de una medida en un momento en el que se renuncia a las herencias

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El President Artur Mas se caracteriza por algunos principios, que trata de cumplir a rajatabla. Uno de ellos es cumplir con sus compromisos. Y el más importante fue el que adquirió en 2010 cuando defendió la práctica eliminación del impuesto de sucesiones. Ahora su compromiso es convocar la consulta soberanista.

Pero los políticos deben, en determinadas circunstancias, cambiar muchos postulados. En las dos cuestiones, Mas se ha encontrado con un mismo interlocutor, Esquerra Republicana.

Y ERC, el único socio posible en estos momentos de CiU, reclama que se aplique cuanto antes la subida de impuestos que se pactó en el acuerdo de investidura de Mas. El más importante, por su significación política, es el impuesto de Sucesiones. Y la paradoja es que puede tener un alto coste político para una efectividad recaudatoria mínima, lo que está provocando una gran “irritación” en el seno del grupo parlamentario de CiU.

Moción modesta

El Govern se ha resistido a activar el impuesto, aunque admite que puede suponer una pequeña vía de ingresos que no se puede despreciar, como recordó este jueves el conseller de Economia Andreu Mas-Colell. Pero el problema es que, a mediados ya del mes de junio, CiU y ERC sólo tienen entre manos una moción que se aprobará en el Parlament la próxima semana, con la previsión de ingresar 150 millones de euros, con una serie de indicaciones sobre la “progresividad” del impuesto.

La idea es volver a la situación inicial, antes de que Mas accediera al Govern en 2010, y sin modificar la reforma del impuesto que ya hiciera el tripartito. Si se aprueba como un decreto ley –ello querrá decir que no habrá presupuestos en 2013 ni ley de acompañamiento, y se prorrogan definitivamente las cuentas de 2012– los ingresos en cualquier caso no llegarán antes de seis meses. Ese es el plazo temporal que tienen los ciudadanos que heredan para cumplir todos los trámites y pagar el impuesto.

De cara a la galería

Los ingresos, por tanto, llegarían entre enero y febrero de 2014. Los fiscalistas consultados dudan, además, que recuperando la situación de 2010 se puedan recaudar esos 150 millones de euros.

“Puede tratarse más de una medida de cara a la galería que una decisión para ingresar una partida importante”, señala Ricardo Riverola, abogado y socio del despacho Cuatrecasas. Riverola entiende que el Govern lo único que quiere hacer es retirar la bonificación hasta el 99% que aplicó Mas en su primer año de mandato, en 2010.

La cuestión es que se trata de una “música celestial”, según Valentí Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España. Pich se refiere a que la previsión de posibles ingresos es muy complicada. Todo ha cambiado mucho desde 2010. Y la prueba, según Pich, es que las herencias son ahora, en un porcentaje importante, inmuebles “hipotecados”, lo que ha llevado a muchos familiares a renunciar a la herencia.

Diputados de CiU enojados

Pero es una cuestión política, una reclamación de Esquerra, pese a que CiU deba esconderse, prácticamente, debajo de la mesa, porque hizo de la supresión de Sucesiones un arma electoral de primer orden. Diputados como Antoni Fernández Teixidó, o Jordi Turull, –portavoz del grupo parlamentario de CiU y muy cercano ahora a ERC– cargaron contra el impuesto, y ahora deberán votar a favor de la moción.

Fernández Teixidó asegura que la votará, de forma disciplinada, pero tiene claro un principio: “No entendería otra resultante de esa decisión que la aprobación por parte de Esquerra del presupuesto de 2013”.

Advertencia de Mas-Colell

Por ello, el conseller Mas-Colell ha advertido a Esquerra que si no apoya las cuentas de 2013, el paquete impositivo que defiende –con el impuesto sobre las bebidas refrescantes como estandarte– no se aprobará. Mas-Colell sólo está dispuesto a sacar adelante Sucesiones, y Patrimonio, que ya se ha aplicado en este año fiscal.

El Consejo Notarial de Catalunya recuerda lo que ha pasado en los últimos años. Entre 2007 y 2013, desde que se inició la crisis económica, las renuncias a herencias se han incrementado en Catalunya en un 135%. Se ha pasado de 2.487 renuncias en 2007 a 5.844. Su vicedecano, José Alberto Marín, asegura que la recuperación del impuesto de sucesiones “puede incrementar esas renuncias, porque la falta de liquidez para afrontar pagos es cada vez mayor”.

Más renuncias de herencias

Marín incide en que la venta de inmuebles heredados es cada vez más difícil. Y los herederos se enfrentan a todo tipo de impuestos, como las plusvalías municipales, después de vender, sí se puede, un inmueble, cosa que ve “cuestionable”. Marín pronostica que las renuncias de herencias irán a más.

Así, CiU podría encontrarse ante un problema político de primer orden.

Sus electores, en gran medida pertenecientes a las clases medias catalanistas, ven como deben abordar una carga impositiva cada vez mayor, como recuerda Ricardo Riverola, “de las más altas de España”.

Y todo ello en beneficio de un supuesto socio, como ERC, que no le asegura ni los primeros presupuestos de la legislatura que, a priori, desea agotar el President Mas hasta 2016.

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