Colau afrontará en septiembre la reducción de los horarios comerciales

El ayuntamiento ya piensa en las vacaciones navideñas como una prueba piloto para impulsar un modelo de comercio más regulado

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El equipo de Colau quiere cambiar la gestión del comercio en Barcelona. La reducción de los horarios comerciales, incluidos la apertura en festivos y domingos, comenzará a ser negociada a la vuelta de vacaciones (en el mes de septiembre). Así se lo ha comunicado Miquel Ortega, comisionado de Comercio, Consumo y Mercados del ayuntamiento, a los principales sindicatos, con los que se ha reunido este viernes.

Entre los planes del nuevo Gobierno está acabar con la normativa que permite que los comercios y grandes superficies del centro de la ciudad abran los días no laborables del verano. CC.OO. y UGT habían amenazado con convocar movilizaciones si el ejecutivo no aclaraba sus intenciones sobre la desregulación de horarios impulsada por Trias durante la última legislatura.

«Alternativas a la desregulación»

Sin embargo, esta nueva política no se implementará, a efectos prácticos, hasta las navidades de 2015. El propio teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, había advertido de la imposibilidad de cambiar los horarios ya fijados para este verano, debido al escaso tiempo de margen y a la falta de mayorías necesarias en el pleno.

La apertura en domingos y festivos, en horario de 10.00 a 18.00, sólo es posible en las áreas declaradas como zona turística por la Generalitat. Un espacio que incluye los barrios de Ciutat Vella, l’Eixample y algunas calles de Sants-Montjuïc, Gràcia y el Camp de l’Arpa.

La búsqueda de «alternativas a la desregulación» en el ámbito del comercio –tal y como lo define el propio ayuntamiento—todavía no ha sido aclarada por Colau y su equipo, más allá de su intención de «velar por el comercio tradicional, familiar y de proximidad».

Próximas navidades

Por ahora, desde el consistorio se habla de un «nuevo modelo de dinamización del comercio». Que tendrá su primera prueba piloto en las próximas vacaciones navideñas. La propia alcaldesa anunció este jueves la primera decisión de peso: este año no habrá pista de hielo en la plaza de Catalunya.

Esta iniciativa, impulsada desde la Fundació Barcelona Comerç y que funcionaba desde 2011, ha sido descartada por no ser «sostenible» ni en términos económicos ni ambientales, según Colau. En su sustitución, el equipo de Gobierno planea la organización en este espacio de actividades para familias y niños. Aunque pocos detalles más se saben por el momento.

A través de un comunicado, el Ayuntamiento ha explicado su intención de «modernizar el tradicional concepto de promoción del comercio en Navidades», mediante la «celebración de actividades en la vía pública que contribuyan a fomentar una nueva vivencia y uso de la ciudad en Navidades».

Economía Digital

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