Cs hurga en la herida del PP por el voto delegado de Puigdemont y Comín

Arrimadas vuelve a atacar a Rajoy por no recurrir ante el TC la delegación de los votos de Puigdemont y Comín, claves para evitar unas nuevas elecciones

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Mariano Rajoy se decanta por facilitar la formación de un gobierno en Cataluña y evitar así unas nuevas (e inciertas para el PP) elecciones. Pero eso implica tolerar los votos delegados de Carles Puigdemont y Toni Comín, y Cs se ha empeñado en ejercer de piedra en el zapato de Rajoy en este tema. Inés Arrimadas ha insistido este miércoles en la cuestión, y ha anunciado que mañana, jueves, el partido naranja presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional contra la delegación de voto del ex president y el ex conseller.

Este jueves también arranca el pleno de dos días en el que está previsto que el viernes se vote la reforma de la ley de presidencia impulsada per Junts per Catalunya (JpC) para intentar una investidura a distancia de Puigdemont. Y Cs quiere exprimir las opciones de que la reforma se retire del orden del día, forzando una junta de portavoces que se celebrará justo antes de la sesión plenaria.

La senda de Forcadell

Arrimadas considera que si se vota la norma, el presidente del Parlament, Roger Torrent, estaría siguiendo la senda de su antecesora, Carme Forcadell, y “volvería a pisar los derechos de los diputados como en el pleno del 6 y el 7 de septiembre”, en el que se aprobaron las llamadas leyes de desconexión

Pero, sabedora de que esa reforma no pasará de escenificación, Arrimadas prefiere insistir en la inacción de Rajoy contra la delegación de los votos de Puigdemont y Comín, “dos huidos de la justicia que siguen cobrando un sueldo público sin venir a trabajar”, ha remarcado. “Es inexplicable e injustificable” porque el gobierno es el único, alega, que con un recurso al TC tiene la opción de paralizar automáticamente la medida, que fue autorizada por la Mesa del Parlament.

La consecuencia automática serían unas nuevas elecciones, que ni quiere el Pdecat ni ERC, pero tampoco el PP

Arrimadas admite que “en Cataluña necesitamos un gobierno dentro de la ley”, pero insiste en que, para facilitar que se forme, el ejecutivo de Rajoy “no puede facilitar privilegios a dos huidos de la justicia”. Sin el voto delegado de Comín y Puigdemont, a JpC y ERC no les saldrían las cuentas para poder investir a cualquier candidato, salvo que ambos renunciaran a sus escaños o que la CUP cambiara su anunciada abstención por un voto afirmativo, dos escenarios que ahora mismo nadie se plantea.

La consecuencia automática serían unas nuevas elecciones, que ni quiere el Pdecat ni quiere ERC, pero tampoco un PP que en los comicios del 21D ya se precipitó en caída libre, en beneficio de Cs, al alza y que a nivel nacional ya se come también a los populares en todas las encuestas. Este mismo jueves, el delegado del gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha vuelto a dejar claras las preferencias del ejecutivo. En declaraciones recogidas por Efe en Girona, Millo ha dicho que ve a la «inmensa mayoría» de los catalanes a favor de que se proponga «un candidato viable para ser investido».

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