De Guindos se refugia en la »idoneidad» de Soria para el cargo en el Banco Mundial

El ministro insiste en que se trató de una decisión "técnica" y no política", y admite que sólo por tradición esa responsabilidad se ha ofrecido a funcionarios

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Con dificultades. Aparentemente con claridad y con un tono de voz contundente, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha defendido la designación de José Manuel Soria como director ejecutivo del Banco Mundial. Para De Guindos, era el «más idóneo», y se trató de un nombramiento «discrecional», sin que se pueda entender que fuera «político».

Es decir, el ministro se ha refugiado en la primera tesis del Gobierno, que se trataba de un cargo «técnico» y que Soria reunía todos los requisitos, sin pensar ni en la dimisión reciente de Soria por verse involucrado en los papeles de Panamá, ni en el contexto político que vive España. Al mismo tiempo ha admitido que el Gobierno, tras la polémica desatada, le pidió que lo revocara.

Una tradición para premiar a funcionarios

De Guindos ha admitido, sin embargo, que ese cargo en el Banco Mundial se ha ofrecido «tradicionalmente» a funcionarios, como es el caso de Soria, pero sólo desde los últimos treinta años. «Son designaciones de naturaleza técnica, sin intervención del Gobierno, y no se trata de nombramientos políticos», ha insistido el titular de Economía.

La idea de la oposición, que ha recriminado a De Guindos la falta de transparencia, y no tanto el proceso en sí, sino el hecho de haber elegido en concreto a Soria, ha cobrado toda su potencia cuando De Guindos ha incidido en que no era necesario que el consejo de ministros se involucrara en el tema. Ha asegurado, en la comisión de economía del Congreso, que la designación del cargo le compete al secretario de Estado de Economía.

«Son designaciones de naturaleza técnica, no requieren ser elevadas al Consejo de Ministros, ni la intervención alguna del Gobierno», ha sentenciado.

La tesis de De Guindos es que Soria era el más adecuado entre los 10 candidatos que se presentaron. En la comisión, el ministro de Economía no ha mencionado, como sí lo hizo él mismo y Mariano Rajoy a los periodistas en el viaje del presidente del Gobierno a China, que Soria les había comunicado que se presentaba a la plaza.

Soria, entre 10 candidatos

Esa versión, en todo caso, sólo ha sido bendecida por el grupo del PP. Toda la oposición ha insistido en que el Gobierno debía tener en cuenta los motivos por los que Soria dimitió como ministro de Industria, al aparecer en los papeles de Panamá, y verse en envuelto en una maraña de contradicciones. 

Uno de los más críticos fue el diputado de Ciudadanos, Antoni Roldán, que aseguró que el Ejecutivo había hecho un «traje a medida a Soria». Esa crítica es importante, porque Ciudadanos sigue, por ahora, apostando por la investidura de Rajoy si se produce un nuevo intento del líder del PP. 

El diputado del PSOE, Pedro Saura, consideró que el compromiso del PP con la regeneración «es cero», tras una decisión, –el nombramiento de Soria– que llegó minutos después de la votación en la investidura de Rajoy. 

Economía Digital

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