Duran ‘quiere’ que Esquerra gane las europeas

Felip Puig critica al líder de Unió por sus “matices permanentes” que debilitan a CiU

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Las elecciones europeas se han convertido en una cita electoral de enorme trascendencia. La voluntad de CiU y de ERC de que supongan una clara referencia para una posible consulta soberanista, ha desatado los intereses contrapuestos de los dirigentes nacionalistas e independentistas. La paradoja es que CiU necesita ganar las elecciones, y a Esquerra le iría bien no ganarlas, aunque quedara por debajo de la federación nacionalista sólo por un voto. ¿Por qué?

El proceso soberanista lo está protagonizando el President Artur Mas. Él mismo aseguró, tras la pérdida de 12 diputados en las elecciones del 25-N de 2012 que había entendido el mensaje: no era ya el líder absoluto del movimiento independentista, sino el “acompañante” de un proceso que la propia sociedad catalana había decidido que fuera plural, protagonizado por otras sensibilidades políticas, aunque también soberanistas.

Pero sigue siendo la máxima referencia. Para CiU, una derrota en las elecciones europeas, podría implicar un paso atrás, y la obligación de replantearse las cosas. En el seno de Convergència, no todos sus cuadros y dirigentes ven las cosas igual, y se podría generar una crisis interna.

Asumir la realidad

Y eso interesa a algunos miembros de Convergència, y al líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, para poder reorientar la situación política y buscar un acuerdo posible con el Gobierno central. Sólo una mirada interna, un análisis de la situación en la que podría estar Convergència, podría permitir una reacción que asumiera la realidad política en Catalunya y en España.

En cambio, esa posibilidad no gusta nada a Esquerra Republicana, porque la debilidad de Mas, y la crisis en CiU dejaría a los republicanos en la tesitura de liderar ya, sin mayores ambigüedades, el proceso. Y el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, necesita tiempo. Desea que sea Mas, todavía, quien haga un último esfuerzo, y quien asuma toda la erosión política hasta el 9 de noviembre, cuando será muy difícil que se pueda celebrar la consulta.

Mas y Duran, ¿dicen lo mismo?

La cuestión es que la política en Catalunya sigue viviendo de percepciones, de las interpretaciones que hacen otros. Duran sigue apostando por la tercera vía, desde el primer momento. Pero su proyecto no difiere en exceso de Artur Mas, aunque los propios dirigentes de Convergència y de Esquerra vean todo lo contrario.

Tanto Duran como Mas consideran que si existe una propuesta del Gobierno español, que podría pasar por una reforma de la Constitución, con la inclusión de una disposición adicional que podría suponer un blindaje de las competencias de la Generalitat –como trato bilateral– ésta se debería votar.

Los dos entienden que cualquier oferta se deberá someter a consulta. Claro que Mas defiende esa votación, al margen de cual sea la propuesta, tanto si es una reforma de la Constitución –en ese caso es obligatorio someterla a votación– como si es una oferta sólo para Catalunya.

Las pullas del conseller Puig

Pero como la política catalana vive de sensaciones y percepciones, dirigentes de Convergència se apresuraron este lunes en criticar a Duran. La dirección de Convergència cree que Duran, cada vez que se acercan unas elecciones, lanza un mensaje que les acaba perjudicando electoralmente.

Su entrevista en La Vanguardia, defendiendo ese acuerdo “de Estado”, que se pudiera votar en Catalunya –con palabras casi idénticas se pronunció Artur Mas en la entrevista que mantuvo hace unos meses con la junta directiva del Cercle d’Economia— hizo saltar las alarmas en CDC.

El más explícito fue el conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig, quien en una entrevista en Rac1 cuestionó los métodos y el proyecto de Duran. “Des de la perspectiva de aquellos que aún sueñan románticamente con la tercera vía, no sé si lo más inteligente es ir planteándola porque cuanto más se hable, más inconsistente será”, ha afirmado, para añadir que “los matices permanentes pueden tener un cierto coste electoral, y debilitan nuestra posición ante el estado español”.

La tercera vía «está muerta»

Y el candidato de ERC en las europeas, Josep Maria Terricabras, también ha entrado al trapo. Según Terricabras, el discurso de Duran “genera contradicciones” en el seno de CiU, teniendo en cuenta el proyecto del candidato de CDC, Ramon Tremosa. Para el número uno de la lista de ERC, la tercera vía “está muerta”.

Pero Esquerra ‘teme’ quedar un voto por encima de CiU en las europeas, no sea que Convergència, con el aliento de Duran, se replantee todo lo que está haciendo y que le ha llevado de tener 62 diputados a los actuales 50, y, según las encuestas, a quedar por debajo de ERC, con 30 o 35 escaños.

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