El cupo vasco avanza con las carnes “constitucionalistas” abiertas en canal

Frente común de PP y PSOE para entregar al PNV el cupo vasco. Durísimo debate en el Congreso entre los partidos que defienden el 155 en Cataluña

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El Congreso aprobó la modificación del concierto económico vasco y la nueva metodología de señalamiento del cupo para el quinquenio 2017-2021, de 1.300 millones de euros, en un debate exprés, bronco y de acusaciones cruzadas entre los partidos que pactaron cómo aplicar el artículo 155 en Cataluña. Hubo llamamientos del Gobierno y los grupos para cerrar ya la reforma de la financiación autonómica.

Ciudadanos presentó sendas enmiendas a la totalidad, rechazadas por todos, muy críticos con la actitud del partido de Albert Rivera, al que acusan de promover un enfrentamiento entre españoles por motivos electorales, pensando en el 21 de diciembre en Cataluña.

Durante el debate, el ministro de hacienda, Cristóbal Montoro, defendió el cupo y negó que suponga privilegios ni agravios para Euskadi ni que su aprobación sea fruto de un pacto político con el PNV (para sacar adelante los presupuestos generales del Estado).

Además, llamó a todos los partidos, en especial al PSOE, para sentarse a negociar ya el nuevo modelo de financiación de las comunidades de régimen común -todas menos el País Vasco y Navarra-, petición en la que han coincidido también los portavoces de la mayor parte de los grupos que han intervenido.

Cristóbal Montoro defendió el cupo y negó que suponga privilegios ni agravios para Euskadi

Montoro, que dio detalladas explicaciones sobre el concierto y el cupo, señaló que ambas leyes representan la pluralidad y la singularidad de España y recordó que tienen anclaje constitucional y que son una muestra del «espíritu de la transición» ahora tan «criticado» por algunos.

Tras señalar que su revisión llevaba años estancada debido a la crisis económica, asegura que ahora ha sido posible gracias a la «paulatina recuperación» y porque los gobiernos central y vasco han trabajado «en el terreno de lo posible», sabiendo «dónde están los límites».

«EL CUPONAZO» DE RIVERA. Albert Rivera, por su parte, opinó que el «cuponazo» no responde «a un cálculo técnico, sino a un amaño político», una «injusticia» que abunda en la insolidaridad entre territorios y que supone un «fraude» a la Constitución.

«¿Por qué no es urgente pensar en las otras comunidades y sólo es urgente pensar en el acuerdo con el País Vasco?», se preguntó. Euskadi es «receptora neta del resto de comunidades».

En su réplica, Montoro avisó de que «ciertos calificativos sobran, ciertos enfrentamientos entre ciudadanos sobran; sobra el énfasis en agravios comparativos». Idoia Sagastizabal, del PNV, niega que el cupo suponga sobrefinanciación ni privilegios y ha hecho hincapié en que para que funcione se necesita «una gran capacidad de gestión política e institucional».

Quienes lo rechazan lo hacen por desconocimiento o por «intereses cortoplacistas» y «populistas», buscando el voto, ha dicho en alusión a Ciudadanos, a quien ha pedido que deje de «demonizar» el «éxito ajeno».

El PP a Cs: «No se puede levantar y decir a los catalanes que hay que aplicar la Constitución y por la tarde a los vascos que sólo la parte que usted le gusta»

Por el PP, Javier Maroto lamentó los «bandazos» de Cs y su «oportunismo» y recalcó que el concierto vasco es un sistema de financiación diferente «a las duras y a las maduras», que «funciona cuando las cosas van bien y cuando no van tan bien».

En este sentido, Maroto anota que el Gobierno activó más de 250.000 millones de fondos extraordinarios para las comunidades durante la crisis, que dieron «oxígeno» a todas las autonomías menos a Euskadi.

«No se puede levantar por las mañanas y decir para los catalanes que hay que aplicar la Constitución en su integridad y por la tarde a los vascos que sólo la parte que usted le gusta», dijo a Rivera. También tachó de «oportunista» la postura del líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Pedro Saura, del PSOE, enfatizó que el cupo vasco debe participar en la ayuda a la cohesión de España comoen la suficiencia financiera del resto de comunidades. Criticó, a continuación, la «desidia» y la «nula voluntad política» del Gobierno para plantear su modelo de financiación autonómica.

Apuntó que «sí hay una discriminación» con las autonomías de régimen común, algunas de las cuales están «escandalosamente infrafinanciadas».

MONEDA DE CAMBIO. Por Unidos Podemos, Nagua Alba, anunció su apoyo pese a considerar «lesiva» para la legitimidad política y social del concierto que el PNV negocie este asunto a cambio de su apoyo a los PGE.

Un argumento en el que ha coincidido la diputada de EH Bildu, Marian Beitialarrangoitia, para quien el PNV, «confundiendo sus intereses partidistas» con los de los ciudadanos, utiliza el cupo «como moneda de cambio».

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