Gordó advierte de que sin acuerdo con Rajoy no habrá consulta

El conseller de Justícia asegura que el proceso soberanista "no se puede acelerar"

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Con más detalle o menos, con interpretaciones distintas, en el seno del Govern comienza a ofrecerse un mensaje claro, el de aceptar las dificultades de convocar una consulta soberanista en 2014. Si el President Artur Mas aseguró, hace una semana, que el referéndum podría demorarse hasta el final de la legislatura, este lunes ha sido el conseller de Justícia, Germà Gordó, quien ha reclamado una cierta calma en el proceso.

Gordó, en el Fórum Nueva Economía, con la presencia del mundo judicial y de dirigentes del Govern, ha afirmado que no ve posible la consulta sin un acuerdo con el Gobierno central. “Sólo se podrá hacer si llegamos a un acuerdo con el Gobierno, y ahora lo veo difícil, aunque nosotros tenemos un compromiso en el Parlament para convocar la consulta”.

En un tono moderado, buscando el consenso, Gordó ha insistido en que el proceso necesita una cierta calma, y, en una alusión a Esquerra Republicana –en el acto estaba el diputado de ERC, responsable del área económica, Pere Aragonés– se ha referido al acuerdo de gobernabilidad con los respublicanos.

Sin nervios

Según Gordó, el acuerdo mantiene que, preferiblemente, la consulta se deberá celebrar en 2014, pero, en función de las circunstancias que se presenten, se podría convocar a lo largo de la legislatura. “No tenemos que ir todos acelerados ni nerviosos”, ha pedido el conseller de Justicia.

Gordó ha considerado que buscar “un punto de encuentro” con el Gobierno es la única opción, porque da por seguro que, en caso contrario, el Ejecutivo español acudirá al Tribunal Constitucional para que anule la ley de consultas catalana que permita el referéndum.

Caspe o Pau Claris

En una conferencia, en la que ha repasado las actuaciones del departamento, ha insistido en la necesidad de dialogar con Madrid. Ahora bien, “desde Madrid también se deben estar dispuesto al diálogo”. Ello le ha llevado a situarse en una disyuntiva, en el contexto histórico. Entre Caspe y Pau Claris, entre el pacto, y la soberanía que supuso una República catalana que duró sólo treinta días, Gordó se ha situado al lado de lo que supuso el Compromiso de Caspe. “La sociedad catalana muy mayoritariamente está por Caspe, por la negociación, el pacto y el consenso”.

La posición de Gordó coincide con la de Josep Antoni Duran Lleida, que este mismo lunes se ha pronunciado en contra de una posible declaración de independencia unilateral desde el Parlament. Una posibilidad que también rechaza Artur Mas, pero que sigue valorando el socio de CiU, el presidente de ERC, Oriol Junqueras.

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