Junqueras advierte al Gobierno de que si naufraga Cataluña se hunde España

El conseller de Economía insiste en que la calificación de la deuda de la Generalitat depende en gran medida del ejecutivo español

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El gran muñidor de la política económica del Govern, el vicepresidente Oriol Junqueras, no quiere abandonar su faceta pedagógica como profesor. En Sitges, en el marco de las jornadas económicas del Cercle d’Economia, Junqueras ha insistido en que la deuda de la Generalitat «está entrelazada» con la española, y que sirve de poco decir que Cataluña naufraga, cuando es España, en su conjunto la que tiene el problema.

Tras escapar del debate sobre la subida de impuestos, que ha distanciado a Convergència de Esquerra Republicana en el seno del grupo parlamentario de Junts pel Sí, Junqueras se ha referido a la bajada de la calificación de deuda de la agencia Moody’s a la Generalitat. El nivel es similar al de países como Nigeria, con la diferencia –y esa es la paradoja– de que el estado al que pertenece Cataluña es España.

El 95% de los ingresos, en manos del Gobierno

Para el conseller de Economia, «no tiene sentido» que se juzgue a una administración pública que sólo tiene el control efectivo del 5% de sus ingresos. Según Junqueras, el rating cobra todo su sentido cuando se calcula sobre una administración pública que tiene control sobre su nivel de gastos e ingresos, «algo que la Generalitat no tiene».

El número dos del gobierno catalán ha precisado que es responsable de su nivel de gasto, pero sólo tiene el control efectivo, en cambio, del 5% de los ingresos, que es el peso de los impuestos propios y cedidos que tiene la Generalitat. Siguiendo ese argumento, la calificación de la agencia de rating, según Junqueras, hace referencia «al nivel de compromiso que la agencia detecta por parte, en este caso, del Gobierno», que controla hasta el 95% del esfuerzo fiscal que realizan los ciudadanos de Cataluña.

Menos impuestos para las rentas medias

«Sería bueno que todo el mundo sea consciente de ello», ha asegurado Junqueras, y, por tanto, se entienda que las reputaciones de cada administración «están entreligadas». El vicepresidente del Govern ha considerado que el Gobierno central debería ser consciente de ello, y se ha mostrado convencido, además, –tras sus entrevistas con Cristóbal Montoro y Luis de Guindos– que una parte del Ejecutivo español lo es.

Tras su intervención ante los empresarios en el Cercle, Junqueras ha insistido en que la polémica sobre la subida de impuestos no tiene mucho sentido, porque dependerá del trámite parlamentario. Es una forma de dejar las cosas en manos de la CUP.

Junqueras ha defendido una bajada del IRPF para las rentas más bajas, como Puigdemont, pero también para las rentas medidas, algo que ERC «viene defendiendo desde 2013». La cuestión es que si la CUP reclama, como moneda de cambio para aprobar las cuentas de la Generalitat para 2016 una subida del IPRF para las rentas más altas, Junqueras lo asumirá, pese a los recelos de Convergència y del presidente Carles Puigdemont. Será el trámite parlamentario el que decida, en una situación en la que Junts pel Sí no tiene otro socio, en estos momentos, que la CUP.

Economía Digital

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