L’enfant terrible de las municipalizaciones en Cataluña

Jordi Colomer asesora ayuntamientos de izquierdas como Badalona y Sabadell, aunque la oposición advierte del historial de ''fracasos'' que le precede

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Jordi Colomer pasa por ser el enfant terrible de las municipalizaciones de los ayuntamientos de la izquierda radical catalana. Este ambientólogo, afiliado a la CUP y de 44 años, es el autor del informe que el Ayuntamiento de Badalona llevó a la fiscalía para acusar a FCC de un supuesto fraude de 12,8 millones de euros en el servicio de recogida de basuras. Ahora trabaja para el consistorio de Sabadell.

Todos los portavoces de los grupos de la oposición de Sabadell –Josep Ayuso (PSC), Carles Rossinyol (CiU), Adrián Hernández (C’s) y Esteban Gesa (PP) – sitúan a Colomer detrás del estudio que ha detectado supuestos sobrecostos por un importe de seis millones de euros en el servicio de recogida de basuras que realiza la empresa Smatsa.

Tanto el Ayuntamiento de Badalona como el de Sabadell están gobernados por coaliciones de izquierda que se han puesto entre ceja y ceja la municipalización del servicio de limpieza y tratamiento de basuras. En ambos casos, Colomer ha intervenido en los informes que han servido de base para justificar una posible municipalización.

No obstante, desde los grupos de la oposición de estos consistorios se lanzan advertencias contra Colomer, al que señalan como un «gurú» que ha fracasado en los ayuntamientos por los que ha pasado.

Lo que dicen las hemerotecas  

Curiosamente, desde todos los grupos de la oposición de Sabadell se aconseja repasar lo que dicen las hemerotecas sobre Colomer. Por ejemplo, los diarios vascos dedicaron amplias informaciones sobre sus proyectos de recogida de basuras puerta a puerta en diversos municipios de Guipuzcoa gobernados por Bildu.

En declaraciones a Diario Vasco, los presidentes de las comunidades del Bajo Deba y Urola Costa, así como diversos alcaldes, ya calificaban en 2010 el sistema ideado por Colomer de «ruinoso» e «inviable». Lourdes Idoiaga, entonces alcaldesa del PNV en Oñati, indicaba que el informe de Colomer, sobre la recogida puerta a puerta, «adolece de rigor».

Entre otros aspectos, subrayaba que no eran realistas los cálculos del tiempo necesario para realizar el servicio ni los ingresos previstos por la venta de materiales por ser «demasiado optimistas». Idoiaga concluía que el estudio de Colomer «parece que está hecho para justificar la implantación del sistema cueste lo que cueste».

El coste del contrato del servicio de recogida de basuras del Alto Deba se duplicó entre 2013 y 2014 debido a seis modificaciones del sistema puerta a puerta. El Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) determinó en 2015 que el coste anual del servicio se había incrementado el 104,8%, según informaciones de Deia.  

Vilassar de Mar dio marcha atrás 

Con anterioridad, Colomer intentó aplicar el sistema de recogida puerta a puerta en el municipio de Vilassar de Mar (Barcelona), donde trabajó como técnico municipal. El sistema funcionó durante cinco años, hasta 2008, cuando el consistorio, presionado por las quejas vecinales, lo retiró debido al aumento de las tasas de residuos.  

Cuando era técnico de medio ambiente de Vilassar de Mar, Colomer difundió un informe que ponía en duda los estudios epidemiológicos sobre la incineradora de Mataró. El alcalde de Vilassar en aquel momento, el socialista Pere Almera, salió al paso diciendo que su ayuntamiento no le había encargado ningún estudio y que se trataba de «opiniones personales» del técnico municipal.

En Arenys de Munt (Barcelona), Colomer formó parte del equipo de gobierno municipal como concejal de la CUP entre 2011 y 2013. Durante esta etapa impulsó la remunicipalización del subministro de agua.

A las órdenes de concejales de la CUP

A partir de 2015, fue contratado como consultor externo por el Ayuntamiento de Badalona, concretamente por el área que dirige el concejal José Antonio Téllez y, desde el pasado junio, como asesor del Ayuntamiento de Sabadell, donde está a las órdenes del concejal Albert Boada. Tanto Téllez como Boada están en la órbita de la CUP.

Esta redacción se puso en contacto con el Ayuntamiento de Sabadell para recabar la opinión de Colomer, pero en su lugar respondió el concejal Boada. Este subrayó que Colomer es un profesional de reconocido prestigio que le avalan quince años de trabajo en el campo de los servicios municipales. No obstante, los portavoces de los grupos de la oposición ponen en duda sus méritos y criterios, especialmente por lo que se refiere a la propuesta de municipalizar el servicio de recogida de basuras.

En declaraciones a Economía Digital, el socialista Josep Ayuso considera que el equipo de gobierno actúa con «ligereza» y «precipitación» en su intento de rescindir cuanto antes el contrato con la empresa Smatsa. El convergente Carles Rossinyol advierte que están primando «criterios ideológicos» a los económicos y de funcionalidad. También se refiere a su «carrerón» en el País Vasco, cuando aplicó el sistema puerta a puerta.

Adrián Hernández, de Ciudadanos, incide en que «no le han salido nada bien» sus proyectos en otros municipios. Finalmente, el popular Esteban Gesa lo califica de «gurú de las municipalizaciones» y pone en duda su preparación.

Colomer apunta ahora contra Smatsa

Todos los portavoces de la oposición sitúan a Colomer como el cerebro del plan de municipalizaciones de Sabadell y del estudio que ha detectado un supuesto sobrecoste de seis millones de euros en el servicio de recogida de basuras que realiza Smatsa. El concejal Boada precisa que el estudio todavía no se ha completado. Se trata de una «estimación», que han trasladado a la empresa para que presente sus argumentaciones.

En el último pleno municipal, el consistorio de Sabadell acordó solicitar un informe a la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat sobre la legalidad del contrato subscrito en 2012, en la etapa del alcalde socialista Manuel Bustos, con la empresa Smatsa. El quipo de gobierno, liderado por el republicano Juli Fernández Olivares, fue el único que votó a favor.

Entienden que el contrato no podía superar los seis años (se realizó por quince, prorrogables a veinte) y que no se publicó en el Boletín Oficial de la Unión Europea. Se trata del mayor contrato del Ayuntamiento, con una dotación anual de 18,5 millones de euros.

Indemnizaciones millonarias

Según los estudios del Ayuntamiento de Sabadell, las posibles indemnizaciones a Samtsa en el caso de rescisión del contrato serían de unos dos millones de euros. En cambio, el socialista Josep Ayuso advierte que podrían situarse entre los veinte y los cuarenta millones. Adrián Hernández, de Ciudadanos, considera que es una «temeridad» encarar una municipalización sin disponer de todos los estudios económicos. Al convergente Carles Rossinyol le preocupa que el equipo de gobierno se mueva por «ideología».

El popular Esteban Gesa recuerda que, cuando se firmó el contrato con Smatsa, tanto ellos como CiU votaron en contra, mientras las fuerzas que ahora forman parte del equipo de gobierno se abstuvieron.  

El concejal Boada niega que se haya decidido municipalizar el servicio. Lo decidirán a partir del informe de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat, que puede demorarse un mínimo de seis meses. Sin embargo, ya han denunciado el contrato con Smarsa ante la fiscalía. Una vez cierren en informe sobre los sobrecostes, podrían ampliar la denuncia.

Desde la oposición municipal se advierte que, si fuera por Jordi Colomer, después de municipalizar el servicio de la recogida de basuras, vendrá el del subministro de agua.

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