Los afines a Duran plantean una revuelta interna en Unió

Militantes con el apoyo de dirigentes históricos reclaman que el partido no se deje arrastrar por las tesis independentistas de Convergència o de ERC

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Algunos dirigentes de Unió se frotan todavía los ojos. Un grupo de militantes del partido plantearán este sábado, en el consejo nacional, una estrategia propia que huya de las tesis independentistas de Convergència, de Esquerra Republicana, y de las entidades como la ANC o la Asamblea de Municipios por la Independencia (AMI). 

La paradoja es que quien lo plantea tiene el apoyo de dirigentes que son afines a Josep Antoni Duran Lleida, quien cuenta, al margen de cómo haya cambiado el partido en los últimos años, con la mayoría de la propia dirección de Unió. Por el momento.

Es decir, el documento que leerán esos militantes, encabezados por Juan Pablo Torrents y Anabel Clar, y que cuenta también con el apoyo de Jordi Casas, ex delegado de la Generalitat en Madrid y dirigente histórico de Unió, –mano derecha de Duran durante años, junto con Josep Sánchez Llibre– es una protesta por la supuesta deriva de un partido que sigue bajo la dirección de Duran.

Mayoría en el comité de gobierno

El líder de Unió disfruta de una amplia mayoría en el comité de gobierno de Unió. No está solo, como él mismo aseguró este viernes en la carta semanal a la militancia democristiana. Y, aunque el propio Duran ha pretendido aplazar el debate interno en Unió, ante las próximas elecciones autonómicas, y ante la exigencia de posicionarse sobre un programa netamente a favor de la independencia, que elaborará y defenderá Artur Mas con Convergència Democràtica, ese documento podría precipitar las decisiones.

En el fondo «es lógico», apunta un dirigente de Unió, que entiende que ha llegado el momento de posicionarse, aunque sea a tres meses de las elecciones municipales.

Debilidad de Duran en el Consell Nacional

El grupo de militantes, como ha apuntado un dirigente de Unió a Economía Digital, plantea, a través de una carta, que la realidad se ha tergiversado, y que no es verdad que la dirección del partido, que no es favorable a la independencia, esté en minoría, a pesar de los mensajes que se difunden en sentido contrario.

Lo que pasa es que en el último consejo nacional de Unió, antes del 9N, Duran no pudo imponer sus tesis y se dejó libertad de voto a la militancia sobre la segunda pregunta de la consulta. Duran quería un sí-no, y se acabó decidiendo un sí-y lo que se desee, que en realidad acabó siendo, para buena parte del partido, un sí-sí.

Preocupados por la pérdida de centralidad de CDC

Los militantes han recogido más de 450 firmas a lo largo de esta semana. En la misiva se deja claro la posición. «Los que firmamos este documento no compartimos la estrategia de ERC y de las entidades soberanistas, y nos preocupa que Convergència Democràtica haya perdido su centralidad».

La idea de fondo es que esas bases, amparadas, en realidad, por parte de la dirección más afín a Duran Lleida, cuestionan que el partido deba ser sólo un mero «acompañante» de CDC o de ERC. Entienden que Unió es un partido que no se debe centrar únicamente en el derecho a decidir, o en la causa soberanista.

Se trata, por tanto, de una defensa de la propia existencia de Unió. «Unió es mucho más que todo esto –el debate soberanista– y dividir el partido es el único interés de los que desde dentro o desde fuera nos acusan de ser los que entorpecemos el proceso».

Crítica directa a Antoni Castellà

La carta, que se abordará en el consejo nacional, entra de lleno en la crítica a uno de los dirigentes del ala independendista de Unió, Antoni Castellà, secretario de Universidades, y miembro del comité de gobierno del partido. No se le nombra, pero se critica a «un dirigente» por haber propuesto una lista unitaria para las elecciones generales, con la idea de negociar con Podemos. Y ese dirigente fue Castellà. «Es incomprensible y deja a Unió como un partido frívolo», se señala.

Otra de las obsesiones de este grupo de militantes es Josep Maria d’Abadal, «antiguo dirigente de Unió y alcalde de Vic gracias a Unió, que preside una entidad municipalista en favor de la independencia, formada de forma mayoritaria por ayuntamientos gobernados por CiU». Se le critica por presionar al President Artur Mas con la fecha electoral a través de la AMI, una entidad «al margen del Parlament, que es el único que nos representa a todos».

En esa situación se deberá ahora manejar Unió, y Josep Antoni Duran Lleida, con Convergència Democràtica. Las elecciones municipales podrían ser definitivas para anunciar ya una ruptura de la federación.

Pero antes, Unió, y este sábado tiene una primera oportunidad, debe resolver su propia crisis interna.

 

 

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