Madina o Sánchez: La última oportunidad para resucitar al PSOE

La participación de los militantes se considera clave para que el ganador obtenga la máxima legitimidad, pero existe el temor de que quede por debajo del 40%

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Los militantes del PSOE son conscientes de que con su voto pueden ofrecer la máxima legitimidad al secretario general del partido, pero en la calle Ferraz de Madrid, en la sede de los socialistas, existe un cierto temor de que la participación se quede por debajo del 40%. Durante todo este domingo pueden elegir a su próximo líder orgánico.

Los casi 200.000 militantes en toda España deben decantarse entre Eduardo Madina, Pedro Sánchez o José Antonio Pérez Tapias, aunque los dos primeros se perfilan como claros aspirantes. Quien gane tiene ante sí el enorme reto de resucitar una fuerza política que se ha ido desintegrando por los enormes cambios en la política española en los últimos años, que coinciden con una crisis económica de enorme gravedad.

Madina, frente a Andalucía

Madina, vasco, de 38 años, es consciente de que el peso de Andalucía puede ser crucial. Al margen de que los dirigentes históricos del PSOE han intentado mantener la neutralidad, los aparatos del partido sí se han decantado en los diferentes territorios, y Pedro Sánchez obtuvo una diferencia de 12.000 avales respecto a Madina en Andalucía, que preside la todopoderosa Susana Díaz.

Eso puede ser ahora, en las elecciones de este domingo, determinante.

Las opciones de Madina, que ha obtenido una mayor complicidad en territorios como Catalunya, por su proyecto claramente federal, pasan por una enorme participación de las bases socialistas, como le ocurriera a Josep Borrell, justo antes de las elecciones generales de 2000, cuando obtuvo una gran victoria frente a Joaquín Almunia, que era el secretario general del partido.

En aquella ocasión, las primarias eran para elegir al candidato a la Moncloa. Y, aunque ganó Borrell, acabó siendo el candidato Almunia, por diferentes factores, lo que llevó al PSOE a una derrota contundente, y, por tanto, a una mayoría absoluta, la primera, del PP.

La alternativa de Podemos

Pero, precisamente, eso es lo que ha cambiado. Lo que pierde el PSOE no lo gana el PP. Se beneficia, en cambio, una izquierda social que se ha dividido, y que ha encontrado en el fenómeno Podemos a su principal alternativa.

Pedro Sánchez, por tanto, madrileño, de 42 años, se perfila como el ganador, si se confirma el comportamiento de los avalistas a los tres candidatos.

El peligro para el PSOE es doble. Si gira hacia la izquierda, si se identifica con las propuestas de Podemos, podría perder su centralidad, la que le ha posibilitado gobernar España en dos grandes periodos, desde 1982 a 1996, y de 2004 a 2011. Si no varía el rumbo, acabará de perder a generaciones de jóvenes, que se pasan en masa al movimiento que lidera, –paradojas de la vida—el joven profesor Pablo Iglesias.

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