Mas advierte a ERC: sin presupuestos sólo recuperará Sucesiones y Patrimonio

El conseller Mas-Colell quiere elaborar las cuentas de 2013 si obtiene un déficit "asumible"

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El Govern que preside Artur Mas quiere un compromiso por parte de Esquerra Republicana para aprobar los presupuestos de 2013. La situación es agónica, por la propia situación financiera de la Generalitat, pero también por la tensión política que se ha creado.

El problema es establecer quién debe dar el primer paso. Esquerra ha interiorizado que, efectivamente, debería entrar en el Govern, y pactar las cuentas de este año, pero siempre que Mas decida la fecha de la consulta soberanista y que se pacte cuanto antes la pregunta, una cuestión que atañe al Consejo Asesor para la Transición Nacional, que ultimará sus trabajos en julio.

¿Y quién se compromete primero? Dirigentes de CiU, de los dos partidos de la federación, siguen “perplejos” ante la actitud de los republicanos y piden que apoyen el presupuesto. El President Mas, comprensivo hasta ahora con Esquerra, también desea otra predisposición de Esquerra. Y el propio conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, desearía presentar los presupuestos en el Parlament con la tranquilidad de que Esquerra los secundará.

Objetivos de déficit

Es cierto que ni Mas, ni Mas-Colell, quieren unas cuentas a cualquier precio. Pero esperan un objetivo de déficit «asumible» cercano al 1’8% o 1,9%, después de haber logrado, en diferentes etapas, y con un gran desgaste, pasar del 0,7% al 1,2%. Economia espera que a finales de este mes el Gobierno central ofrezca los objetivos de déficit, que se oficializarán en un Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Pero la baza del President Mas es que si se ve obligado a prorrogar los presupuestos, no incorporará el aumento de impuestos que deseaba Esquerra, y que se habían convertido en sus señas de identidad, como la tasa sobre las bebidas refrescantes, los impuestos “verdes”, entre ellos una posible tasa sobre los carburantes de los aviones que despeguen desde los aeropuertos de Catalunya, o, incluso, el de depósitos bancarios, a pesar de que el Tribunal Constitucional ha avalado recientemente su posible aplicación.

Todo ello había provocado reproches de un sector de Convergència y de casi la totalidad de los dirigentes de Unió, que no quieren cargar con más impuestos a la castigada clase media catalana.

Sucesiones y Patrimonio

Mas-Colell sí está dispuesto a llevar al Parlament la legislación necesaria para recuperar el impuesto de sucesiones –que Artur Mas eliminó casi por completo cuando accedió a la presidencia de la Generalitat en 2010—y rebajar el mínimo exento de 700.000 euros a 500.000 en el impuesto de Patrimonio. Para ello necesita también un acuerdo con Esquerra, aunque otras fuerzas políticas, como el PSC e ICV podrían aprobar esas dos medidas.

De hecho, el líder del PSC, Pere Navarro, reclamó este miércoles que Mas apruebe cuanto antes la recuperación de Sucesiones para poder recaudar unos 95 millones de euros extra en los presupuestos, que se podrían utilizar para políticas sociales básicas como las becas comedor.

El grupo de CiU, en todo caso, negocia con Esquerra una interpelación que se podría aprobar en el Parlament la próxima semana sobre los dos impuestos.

Sin ley de acompañamiento

El hecho es que para incorporar más medidas fiscales, Mas-Colell necesita llevar al Parlament unos presupuestos que siempre incorporan una ley de acompañamiento, que permite introducir modificaciones de leyes y medidas de carácter fiscal. Pero ello dependerá de Esquerra.

Los republicanos sólo se mueven en estos momentos por la fecha de la consulta. Y Mas dejó claro este martes en el Palau de la Generalitat que todo el proceso soberanista requiere calma, y que su voluntad es llegar a 2016, agotando la legislatura.

El president no renuncia a la consulta. Pero necesita antes unos presupuestos, una cierta normalidad en el día a día en las finanzas de la Generalitat. Y Esquerra no se la proporciona.

En el grupo parlamentario de CiU ha comenzado una batalla interna soterrada, provocada por el papel de ERC. Mas lo sabe. Y el tiempo avanza.

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